El objetivo de una Marca no es otro que ayudarte a importar a alguien.
Eso te lleva a mejorar tus oportunidades competitivas. Cuando importas a alguien, tienes su atención, su confianza y sólo depende de ti que quiera formar parte de tu vida, siempre que a ti te importe esa personas de la misma forma.
Eso es la Marca, un impulsor de la competitividad.
La Marca nos ayuda a tomar decisiones que orientan nuestro negocio para conectarlo con nuestras audiencias. Nos ayuda a entender quién debemos ser para ellos, con el fin de importarles más que el resto. Nos ayuda a entender qué tenemos que cambiar o hacer para ser eso que queremos ser. Nos ayuda a contarlo, a expresarlo, a vivirlo... desde cómo atiendes el teléfono, el producto que vendes, o la letra pequeña de un contrato. La Marca te ayuda a ser, lo que necesitas ser.
Sabemos que es así, hoy más del 80% del valor de una compañía que cotiza en bolsa es el valor de su Marca.
Cuando pensamos en Marca, y en su poder de competitividad, siempre acabamos pensando en las grandes compañías que poblan nuestro cerebro. Pensamos en esas compañías de gran consumo que libran sus batallas en las tiendas, en los lineales, en los mupis de tu ciudad, o en los spots de la tele.
Esas Marcas no representan ni el 10% del tejido empresarial de este país. Ni el 10%.
La Marca es una gran olvidada para gran parte del 90% de nuestras empresas. En España el 99,8% del tejido empresarial, son PYMES o Micropymes.
Son responsables de más del 62% del Valor Añadido Bruto del país (VAB) y son las que sostienen el 66% del empleo nacional. El 66% de los trabajadores de este país no trabaja en Coca-Cola, ni en Apple.
Siempre me llamaron la atención estos datos. Siendo la base de gran parte de nuestra economía, son las compañías que menos cultura competitiva suelen tener, que menos herramientas tienen a su alcance, quienes más problemas tienen para atraer talento, grandes desconocidas fuera de su mercado, las que menos recursos destinan a Marca.
Es cierto que hay un gran número de compañías que están evolucionando, cada vez es mayor la cultura por estos temas y existen grandes profesionales intentando cambiar sus realidades desde la Marca.
Pero si nuestro país fuera capaz de desarrollar una cultura adecuada, de la importancia que la Marca tiene para el desarrollo de la competitividad:
Mejorando el valor percibido
Aumentando la notoriedad y diferenciación
Incrementando el 30% de los resultados
Reduciendo en un 20% la sensibilidad de precio
Multiplicando por x3 las ventas
Optimizando el gasto y haciendo eficientes las inversiones
Reduciendo el coste de adquisición de talento
Mejorando un 80% la retención interna y aumenta un 20% la productividad
Haciendo más eficiente el discurso comercial
Dibujando la hoja de ruta del I+D
Creando la cultura interna adecuada aumentando un 30% la creatividad interna
Elimina el gasto y las inversiones que no ayudan a ser lo que queremos ser
Y podrías seguir toda la tarde....
Si tuviéramos esa capacidad de hacer entender esto a las empresas más modestas del país, si les diéramos las herramientas adecuadas, si les ayudamos a usarlas, si hacemos de los pequeños grandes competidores, no sólo les ayudamos a ellos, nos ayudamos todos.
La PYME hoy llega a todas partes, más de 47% de las PYMES tienen actividad internacional o exportan, son vehículos en los que viaja nuestra Marca país, y parte de lo que somos capaces de hacer aquí, nuestra innovación, nuestro talento, nuestra forma de hacer las cosas...
Una PYME capaz de construir un modelo de gestión alrededor de la Marca, será capaz de aumentar su competitividad en su mercado, de multiplicar sus oportunidades para conquistar otros territorios y segmentos, de ser más atractiva para el talento, de ser más accesible para la financión y atractiva para inversores.
Siempre hemos dicho que la Marca tiene un mayor impacto en mercados poco profesionalizados, muchas veces B2B, que comparten la gran mayoría de las PYMES, que en mercados con mucha cultura de Marca, muy B2C, como los refrescos. Es decir, 1€ invertido en Marca en una gran operadora móvil genera 100 veces menos impacto, que ese Euro invertido en alguien que hace tornillos, que lo catapulta a otro nivel.
Empresas más competitivas, empresas más rentables que no sólo deben competir por precio, mejores oportunidades, más sueldos, más empleo, más necesidad de talento especializado, más formación especializada, empleos y trabajadores de mejor nivel, más inversión en I+D, más de todo...
Y si algo podemos hacer para ayudarlas, desde nuestra profesión de consultores y amantes del Branding, entre otras cosas, esto podría servir:
- No hables de Branding, ni de Marca, habla de negocio.
- Relaciona lo que haces con el impacto en su competitividad
- Los datos avalan todo lo que digas
- El humo déjalo para las fiestas, las PYMES no lo necesitan
- Habla de lo que les importa, no de lo que tienes
- La identidad siempre es una excusa para llegar a algo más profundo
- Adapta la metodología a lo que necesitan. Deja los palabros en casa
- Todo lo que propongas debe ser activable y realista para no frustar a la compañía
- Acompaña, tutoriza, educa
- La definición es un 20% de lo que necesitan, el 80% es hacer eso realidad y gestionarlo
- No hagas rehenes de tus servicios, conéctales con otros especialistas que de verdad les aporten valor
- Ayúdales a entender qué implicaciones tiene todo esto para lo que hacen
En fin, una vez alguien me dijo “que te diviertas haciendo marcas de polígonos”... Y sí, no me he divertido tanto nunca, pudiendo ayudar a tantos con tan poco.
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