Hola, hago tornillos y los hago para salvar al planeta. Así podríamos resumir a gran parte de las Marcas últimamente.
Marcas que cegadas por el propósito y el deslumbrante Golden Circle de Simón Sinek, se han abocado a definir posicionamientos elevados enfocados en lo que conocemos el PARA QUÉ, el famoso WHY de Sinek.
Aunque en realidad ese PARA QUÉ, para ser más prácticos, desde consultoría tiene que ver con el beneficio que aportamos a quienes nos rodean. Eso puede ser impulsar el negocio de nuestros clientes, hacer felices a las personas o salvar el planeta.
Hemos explicado muchas veces en Branzai, que las Marcas básicamente compiten en 3 grandes conceptos:
Qué hago: Supermercados de Confianza (Mercadona)
Cómo lo hago: Think Different (Apple)
Para qué lo hago: People ni Progress (ING)
El caso es que los últimos años hemos visto una creciente redefinición de posicionamientos buscando conectar de forma más emocional y orientando a las Marcas en direcciones más humanas. Direcciones muy alineadas a la idea de propósito y el PARA QUÉ.
Esto ha sido tremendamente poderoso, porque mientras unos decían ‘hacemos tornillos’ otros decían ‘impulsamos tu negocio’. Mientras unos competían con lo que tenían, otros competían con lo que aportaban, agregando una capa de valor diferencial sobre un mismo producto. Los dos fabrican o venden lo mismo, pero uno conecta mejor con las motivaciones de sus audiencias. Quién se levanta por la mañana deseando un tornillo.... menos de los que desean un buen negocio.
Hasta aquí correcto. Pero cuando todos hacen zig, es hora de hacer zag.
Ya seas un operador móvil, un banco, o una Marca de leche, tienes a tu alrededor innumerables competidores, haciendo lo mismo que tú, diciendo que todos van a contribuir a nuestras vidas de formas maravillosas.
Creo que no quedan muchos que no quieran salvar nuestro planeta, nuestras vidas o la de los que nos importan. Y eso hace que las categorías empiecen a parecerse mucho, ya no dentro de la misma, sino entre ellas. Algo que supone un problema para crear espacios únicos, pero se convierte en una oportunidad para los que sepan ver el espacio.
Una Marca no deja de ser un significado que se forja gracias a una experiencia. Y esa experiencia que vivimos con quienes nos rodean, tiene la mayor parte de su base en cómo interactúan con nosotros, en cómo nos ayudan a conseguir lo que queremos.
Hoy los posicionamientos basados en el HOW empiezan a emerger frente a un mimetismo de Güayyyssss (WHY). El pragmatismo vuelve a llamar a la puerta de la pirámide de Maslow, para recordarnos que no importa lo que quieras que consiga, lo que importa es cómo vas a hacer que lo consiga.
Mientras muchas grandes constructoras y operadoras de servicios ciudadanos gritan que quieren ciudades y un planeta más feliz, Sacyr dice ‘Desafíos Cumplidos’. Porque de nada vale soñar el mañana si no somos capaces de superar los retos que encontremos.
Mientras la roja te invita a emocionarte con el futuro... Future is exciting, ready?. Movistar se descuelga con un simple y contundente ‘Mejor’.
Mientras que el banco azul y el naranja, hablan de las eras de las oportunidades. El Santander sólo quiere que tu banco sea ‘Sencillo. Personal. Justo’
Siempre hemos convivido con grandes Marcas, poderosas, que llevan años construyendo en el HOW: Te da alas, Te gusta conducir, Just do it...
Pero parece que nos hemos cegado un poquito con aquello de brillar y aportar al planeta y el mundo que nos rodea, olvidando que lo que te diferencia de los demás no es lo qué haces, ni para qué lo haces, sino cómo haces eso que haces.
En fin, esto es como un péndulo, cuando todos van... es hora de volver.
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