Todos sabéis como acaba la historia. Ya seáis más de la versión de la espada atrapada en la roca, o la espada ofrecida por la Dama del Lago, tiene el mismo final. Una historia real convertida en leyenda con el paso de los tiempos, que simboliza el fin de un gran imperio y el inicio del Britano.
Esta historia, desde sus inicios, nos viene a contar que el poder no se consigue con la fuerza, el músculo, o la terquedad, que existen cosas más importantes, que el poder no tienes que cogerlo, tienes que ser digno de él.
Excabilur y Arturo, nos recuerdan un poco al amor-odio del Branding y el B2B.
Llevamos toda la vida escuchando aquello de “para qué quiero una Marca si yo lo que vendo son tornillos, y me compran por precio”, “nunca me hizo falta una Marca y míranos líderes del mercado”, “Aquí nadie ha gastado dinero en esas cosas”.
En realidad, Excalibur no era una espada, era un símbolo de poder y liderazgo, era la metáfora de un nuevo líder preparado para guiar a su pueblo. Podría haber sido una espada, un trozo de madera o un caballo difícil de domar.
La ceguera del hombre, es la ceguera de muchos que habitan ese oscuro y frío B2B. Tan oscuro y frío y que no se dan cuenta que la espada no hace falta sacarla de una piedra, sino que la tienen en sus manos, pero no han sido todavía merecedores de ella, y por eso ni se han dado cuenta.
Lo creas o no, gastar cero euros en tu Marca es invertir, no considerarla como un factor que puede ayudarte a mejorar tu competitividad y dejar de vender sólo por precio, es decidir cómo quieres competir. Ser líder hoy y no proteger tu posición construyendo una Marca que esté a la altura del negocio, es decidir dejar de ser líder mañana.
La Marca siempre está presente, siempre está engastada en esa fastidiosa piedra. Pero sólo unos pocos son capaces de verla y entender que la necesitan, no para ser mejores, sino como símbolo de liderazgo y determinación.
Como Arturo, intentar sacar la espada de la piedra sin estar preparados es inútil. Intentar liberar su poder, sin creer realmente lo que estamos haciendo es malgastar fuerzas.
Apostar por la Marca, sobre todo en modelos de negocio, culturas y mercados poco maduros en temas de Branding, es como tener a Excalibur de tu lado en una batalla. No habrá arma que brille más, sea más eficiente y mortal que la tuya.
Pero para blandirla tienes que estar preparado, tienes que entender que la Marca no es cuestión del logo que aparece en la tarjeta, que la Marca requiere recursos y tiempo, en dinero y personas. Que la Marca es algo que no se construye hoy y ya, sino que hay que es un compromiso que hay que mantener. Que todo lo que hacemos tiene que ser coherente con lo que queremos ser. Que todo gasto ahora tiene una dirección llamada Marca. Y que la Marca es una caja que recoge todo el valor que generas, siendo una herencia de futuro para los que continuarán mañana.
Como Arturo, querer liberar a Excalibur, requiere no sólo la determinación, sino el compromiso de asumir lo que la espada significa para el resto de su vida. La Marca no es sólo un símbolo de Indentidad, es una forma de entender las cosas.
En fin, si tienes un negocio, necesitas una espada.
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