Yo de mayor quiero ser médico. Y el primer día de clase te das cuenta que eso de la sangre, y andar hurgando en cuerpo ajeno te da más repelús, que autorealización.
No son pocas las veces, en nuestra vida, en las que lo que queremos y lo que realmente podemos hacer no encajan. Desde lo más aspiracional, hasta lo más cotidiano. Pero siempre acabamos mirando con envidia a aquellos que sí lo logran.
Llevamos unos años asistiendo a una de las mejores demostraciones de conexión de una Marca con sus audiencias. Una Marca que no pasa desapercibida por nadie, ya no sólo por su modelo de negocio, sino por las formas en las que ha conseguido vincularse con el mundo que le rodea.
No voy a enumerar los múltiples ejemplos en los que Netlfix ha puesto en pie a muchos profesionales para aplaudir. Desde el reciente ‘Pasa de Netflix’, pasando por ‘Blanca Navidad’ o buceando en temas que nadie se atreve tocar con aquel ‘Cuenca te vamos a poner mirando para Netflix’.
Siempre que su Tono fresco, provocador, ingenioso, inteligente y desenfadado. Con una identidad propietaria, reconocible y con un sistema de diseño consistente que maximiza su alcance.
Básicamente una Marca que ha sabido determinar quién era su audiencia, ha definido una actitud frente a la vida, y conecta desde esa plataforma con su público, y sólo con su público. Las Marcas que entienden que no pueden ser para todos, acaban siendo algo para alguien.
Pues bien, superadas las presentaciones, ahora llega cuando no son pocos los que ponen a Netlfix en un pedestal cual mesías para el resto de Marcas del planeta: “Las Marcas deberían aprender de Netflix’, ‘Hacen falta Marcas más audaces’, ‘Todas las Marcas deberían ser tan valientes’… Pues sí, pero no.
Netflix nos impacta como nos impacta, porque es como es. Es decir, la activación de Netflix, lo que ves.. sus mensajes, sus campañas, su contenido, no es más que fruto de lo que necesita ser para construir Diferenciación y Relevancia, conectando con su público. Y es así porque su público necesita que sea así.
Hacen lo que hacen porque su personalidad de Marca se lo permite. Porque su Tono de Voz se lo permite. Porque su Propuesta de valor se lo permite. Y porque ser así, le permite ocupar un lugar diferencial en la vida de las personas a las que se dirige. Fin.
No hay magia, no hay truco, es simplemente ser coherente con lo que has definido que necesitas ser para competir en un mercado saturado, competitivo y vacío de Posicionamientos Actitudinales más allá del producto y la oferta.
¿Pueden hacerlo eso todas las Marcas? Pues claro que no.
Cada Marca necesita ser lo que le haga competitivo en un contexto concreto. Si eso significa ser serio y aburrido porque así incrementa la confianza en un servicio sensible, se es serio y aburrido, por mucho que te mole leer las pancartas de Netflix.
Está claro que detrás de cada Marca molona, hay una cliente valiente y una oportunidad complicada que hay que atreverse a abordar.
¿Te imaginas a Caixabank diciendo algo “¿Los bancos? Mejor para sentarse! o para sacarte de una movida cuando lo necesites”? Raro… Seguramente consigamos un impacto, o una atención mayor, pero no construiría la Marca en la dirección que posiblemente se haya definido, que es la que posiblemente se necesita.
Básicamente cada Marca construye en el espacio que mejor le viene para su competitividad, eso a veces nos impresiona y a veces no, pero eso no significa que una Marca sea mejor que la otra.
Eso sí, algo que podemos aprender de este tipo de Marcas, es que lo importante no es lo que vendes, sino Cómo lo vendes y Para qué lo haces. Eso define una posición única en el mercado, y en la vida de quienes le rodean.
Si pretendes ser como Netflix, igual no sabes quién eres.
En fin, que grandes.
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