Somos una paradoja. Vivimos en un tiempo infinito esperando que se acabe el nuestro. Vidas finitas en una eternidad que continua sin nosotros.
Es curioso como el ser humano, lleva empeñado en delimitar el tiempo, en hacer creer que tiene el control, que nuestra existencia es lo más importante, que el legado lo escribimos nosotros.
Y bueno, en realidad, pasamos más tiempo sin existir, que existiendo.
Somos seres temporales, que viven al ritmo de un reloj interno, entendiendo el mundo con ojos finitos, conceptos que nunca llegaremos a entender, como lo basto del universo, lo enorme de lo quántico, o que algo pueda no tener fin.
Ese concepto que hace ser lo que somos, es incompatible con la existencia de una Marca.
La Marca es un significado poderoso que debería ser capaz de trascender en el tiempo, y sobreviviendo tanto a sus productos, como a sus gestores. O lo que es lo mismo, la Marca debe trascender a todo lo demás.
Desde esta perspectiva, la creación y la gestión de una Marca, deberían abordarse desde horizontes más amplios, traspasando el corto placismo, evitando las injerencias personalistas que intentan dejar su huella en cada decisión. Entendiendo que la Marca, como el tiempo, no nos pertenece.
Y es que la Marca es eso, tiempo. Y hay que tratarla como tal.
Es tiempo porque es capaz de viajar de generación en generación, perdurando para siempre.
Es tiempo porque es capaz de adelantar o atrasar el reloj de nuestra supervivencia como Marca.
Es tiempo porque nos proporciona una perspectiva distinta a la del espacio, a la de lo que podemos tocar.
Es tiempo porque reduce o aumenta el periodo que necesitamos para alcanzar nuestros objetivos.
Es tiempo porque retrasa o adelanta la entrada en un nuevo mercado, o la conexión con otras audiencias.
Es tiempo porque se convierte en dinero para los que quieren invertir en nosotros.
Es tiempo porque alarga o acorta la compañía del talento que nos impulsa.
Y es tiempo, porque es la posibilidad de marcar nuestro camino. Como el de nuestra vida, que al final lo marcan los días y las horas, los años y los segundos.
Al final, tu Marca es algo que debería trascenderte, haz de ella un vehículo en el que viajar a otras generaciones, y no un espacio que habitar hoy. Como predijo Einstein en su teoría de Relatividad, el tiempo y el espacio caminan de la mano, siendo posible que el espacio pueda doblar el tiempo. O lo que es lo mismo, que la material doble a la eternidad. Tus decisiones, a tu Marca.
Hay cosas que no podemos entender ahí fuera, no pretendamos entenderlo todo aquí dentro. Deja que tu Marca te sobreviva, haz que tu Marca sea tiempo.
En fin, ¿Qué hora es?
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