El ser humano tiene dos reacciones reptilianas frente a las situaciones de estrés o miedo. Ambas producidas por un aumento en la producción de adrenalina.
Lucha o huida. El nivel de adrenalina lo podemos usar para aumentar nuestra potencia al huir, o para aumentar nuestra fuerza si decidimos luchar.
Puedes divertirte viendo videos de sustos a personas, y verás que un gran número decide asustarse, gritar y huir, y otros pocos reaccionan de forma instintiva y automática con una agresión a la amenaza. Un puñetazo al de la bromita.
En estos momentos estamos en este punto. El COVID se ha convertido en un miedo, ahora nos toca decidir si huimos o si luchamos.
Muchas son las empresas que en estos días están sufriendo las consecuencias del cierre del país y de los mercados globales. Muchas se enfrentan a tener que tomar medidas de supervivencia, como la reducción de personal, o la desinversión en proyectos que no consideran de estricta vitalidad.
Si hablamos de la Marca, es uno de los principales activos que puede ser considerado como objeto de recortes, paralizar proyectos o decidir no emprenderlos por miedo a lo que vendrá.
Pero pocos se paran a pensar, que los problemas que tengas hoy con tu Marca, o los retos que te gustaría superar mañana, te seguirán esperando dónde los dejaste cuando todo vuelva a la normalidad. Y si hay algo seguro, es que lo hará.
¿Entonces de qué huimos? En realidad al huir del COVID, huimos del miedo, pero también de nuestros problemas, de nuestras oportunidades en el mercado, de nuestros competidores… El COVID no es nuestro enemigo, el enemigo se llama competitividad, el COVID sólo te lo está tapando.
Si hay una oportunidad de construir y prepararse para volver con fuerza, es ahora. La oportunidad de, mientras todos huyen, luchar. De mientras todos piensan en reducir gasto, invertir. En empezar a construir lo que quieres ser mañana, cuando todo esto arranque.
Trabajar hacia dentro, aquello que en cuanto podamos vamos a lanzar hacia fuera. De reforzar tu posicionamiento que hace tiempo lo tienes abandonado, de revitlazar la identidad en este parón para arrancar con más impacto, de reordenar el portfolio de tus marcas para ser más eficiente a la vuelta, de fortalecer los vínculos con tus empleados para mantener el engagement, etc…
Parar ahora, es parar el mañana. Y si todos paran, no hay mejor oportunidad que ser quién decidió seguir.
Porque como dice Simon Sinek, estamos intentar jugar a un juego infinito (construir nuestra marca), con reglas de un juego finito (ganar o perder). Construir una Marca no va de ganar, sino de conectar, de ser algo para alguien hoy y pasado. De construir una relación duradera en el tiempo, que cree valor y preferencia.
Además, esta situación y las nuevas medidas de teletrabajo, han conseguido algo realmente extraordinario en agencias y consultoras. Al reducir el número de reuniones, de atención a peticiones de clientes y de ruido de urgencias, los equipos son más productivos, aumenta la creatividad y el pensamiento estratégico, y se agilizan tiempos y resultados.
Si tienes una Marca, pues dejar que la gestione la situación, o aprovechar la situación para gestionar la Marca.
En fin, el enemigo no se llama COVID, es tu competencia.
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