Desde que en 2007, la compañía decidiera dejar de fabricar el papel de impresión dando por muerta la mítica cámara instantánea, en Polaroid todo ha sido una historia de supervivencia.
En ese instante una revolución interna decide hacerse con el control de la producción de cartuchos y papel, para seguir manteniendo viva esa leyenda. A esta compañía se le llamó Impossible Project. Una compañía formada por parte de los empleados que se quedaban sin trabajo, y algún que otro visionario amante de las instantáneas.
Aquí empieza el caos. Polaroid continua su actividad desechando las cámaras instantáneas, y empieza a centrarse en otras categorías para flexibilizar su Marca e intentar salir del pozo en el que había caído: gafas de sol, televisores, cámaras digitales…
Mientras tanto, la otra compañía, Impossible Project, se sube a la ola de la nostalgia que cubre nuestro planeta, por las cosas vintage y por el poder de la Marca que revive de forma espontánea por una nueva generación de usuarios. Consigue tanto tamaño que en 2017 se lanza a comprar los derechos de la Marca Polaroid, creando Polaroid Originals. Creando así un monstruo de dos cabezas conviviendo a la vez.
Unos siguiendo intentando levantar otro tipo de negocio con Polaroid, como la impresión 3D, o la impresión de gran formato, así como televisores, cámaras digitales y demás… mientras Polaroid Original seguía su senda vintage desarrollando nuevas cámaras instantáneas, y recuperando viejos iconos con nueva tecnología.
Una Arquitectura de Marca bastante caótica, fruto de la deriva empresarial de dos iniciativas distintas que acabaron compartiendo derechos de uso de la misma Marca.
Y hoy en 2020, por fin se cierra el círculo, la compañía rebelde, Polaroid Originals, recupera la Marca original y pasa a llamarse Polaroid (como la compañía original… a pesar que la compañía original sigue existiendo pero ya no usará la marca Polaroid). ¿Sigues ahí? Fácil eh….
El caso es que por fin, han resuelto algunos de sus problemas de Arquitectura de Marca, y de posicionamiento. Relanzando con fuerza de nuevo a Polaroid, con más foco, un posicionamiento más claro y una propuesta de valor que hoy tiene más poder que nunca.
Bajo la nueva propuesta ‘Capture the meaningful moments of life’, han reordenado su portfolio de productos, dejando sólo aquellos que tienen sentido con este nuevo posicionamiento. Y abordando un restyling the identidad, que sigue los pasos ya definidos en el ejercicio del 2017 con Original, pero en el que el color recupera su sitio.
A nivel de identidad, un cambio sutil en el logotipo, pero una transformación completa en la estrategia de negocio, el posicionamiento de la marca, y la arquitectura caotica de la misma.
Desde aquí nos alegramos a que una Marca de este tipo siga más viva que nunca, demostrando que las Marcas sólo mueren cuando desaparecen de nuestra mente. Mientras tanto, el problema no es de la Marca, es de quién no sabe hacerla funcionar.
En fin, Bienvenida Polaroid.
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