La mayor parte de lo que somos, es gracias al prueba y error. De los trillones de combinaciones posibles para el desarrollo de nuestra especie, unas fracasaron y otras prosperaron
Gran parte de los avances y descubrimientos de nuestra historia, se deben a miles de intentos comprobando teorías o hipótesis mediante el método prueba y error. Lo que hoy los duchos del mundo digital y el UX llaman Test A/B.
¿Qué pasaría si pudiera clonarme y vestir a uno con corbata roja y al otro con corbata azul… cuál tendría más éxito en la entrevista? Si somos capaces de establecer una serie de variables que podemos replicar de forma fija, y cambiar otras, somos capaces de saber qué impacto tiene, positivo o negativo, el cambio de cada variable.
Básicamente, hasta ahora lo hemos usado para entender si un botón arriba o abajo, azúl o rojo, convierte mejor. O si un texto a la izquierda o la derecha cambia el tiempo de navegación, o si las interacciones de una forma u otra, suman o restan.
Como cualquier ciencia que tenga que ver con el comportamiento del ser humano, las llamamos ciencias sociales, ciencias que pueden predecir o suponer, pero que nunca podrán ofrecer un resultado exacto. El Branding es una de esas disciplinas.
Pasamos la vida pensando cómo construir Marcas relevantes y diferenciales, capaces de impulsar la competitividad de las compañías. Para ello tenemos que tomar muchas decisiones importantes, desde el Qué te digo, pasando por el Cómo te lo digo, o Cómo te lo muestro, entre otras cosas.
Y como ya sabemos, la diferencia está en los matices. No es lo mismo definirte como Valiente, que como Enérgico, ni es lo mismo que tu identidad sea azul o marrón. Todas las piezas del puzzle que construyen una Marca, contribuyen en una u otra dirección en el éxito del conjunto.
Algo que empezamos a ver en esto de las definiciones de Marca, es el uso de los TEST A/B, para determinar lo antes posible, qué matices son los correctos para el impacto que buscamos.
Esos TEST segmentan a la audiencia y el tráfico que tenemos, para ir mostrándole una opción u otra. Hasta que se recopila la información necesaria y representativa, para tomar una decisión.
Hasta ahora, en un proyecto de Branding puedes usar algo de investigación al finalizar el mismo, para determinar si sale en una dirección u otra, pero una vez que sale, sale. Y ya no te queda otra que ir monitorizando los KPIs que hayas definido, para saber si vamos en la dirección correcta o no.
¿Qué problema tiene esto? Que solo estas poniendo en marcha una versión de tu marca, una solución cerrada. Siendo el Branding una ciencia social y no una exacta, parece un poco como lanzar una moneda al aire y esperar a que hayamos acertado.
Si somos capaces de integrar estos TEST A/B en el desarrollo y lanzamiento de nuestra Marca, podemos ir viendo en tiempo real la solución más exacta posible, mediante el prueba y error.
Imagina que desarrollaste varias formas distintas de contar tu posicionamiento, imagina que tuviste dudas entre dos propuestas de valor, imagina que tuviste dudas sobre tu paleta cromática principal, o sobre ciertos recursos de tono, o sobre cierta organización de tu portfolio… no hace falta imaginar mucho, porque esto pasa el 100% de las veces.
Ahora imagina que pudieras lanzar en paralelo tantas versiones de tu Marca, como elementos necesites acabar de definir. Imagina que salen 4 microsites distintos con diferentes formas de contar quién eres… ¿qué fórmula convertirá mejor? ¿aclarará mejor lo que somos?... ¿qué promo convierte más en RRSS según el tono que usamos?... ¿Qué dípticos consiguen más llamadas según cómo contamos nuestros productos?....
Imagina que esto pudieras hacerlo durante los 6 primeros meses del lanzamiento de tu Marca. Y que tras esos 6 meses, tienes todas las respuestas para completar de forma muy exacta tu Marca.
Al final, el ser humano es complejo e impredecible, la mejor manera de saber qué quiere es preguntarle, sin preguntar.
En fin, cara o cruz.
COMMENTS