Vivimos en un mundo al alcance de nuestra mano. Jamás ninguna generación tuvo tanto, de forma tan sencilla. Jamás ninguna generación consumió tanto como la nuestra, viajó tan lejos y tan frecuente, o pudo disfrutar de la innovación de forma tan inmediata, casi en tiempo real. Somos la generación de la inmediatez, de las experiencias.
Un nuevo mundo que ha transformado la forma en la que vivimos en él, en todos los sentidos. Y lo que es más importante, que ha cambiado lo que esperamos vivir en él.
Nunca nadie tuvo tanta accesibilidad al QUÉ, por eso hoy nos preocupa mucho más el CÓMO.
Somos la primera Generación Naranja, a la que no le importa tanto el QUÉ consumo, que visita, que compra, que vive, sino el CÓMO lo hace. De forma sostenible, de manera auténtica, responsablemente, disfrutando de nuevas experiencias.
No es una Generación basada en la edad, sino en el sentimiento de descubrir, disfrutar y consumir más experiencias que productos.
Un dato, el turismo a nivel mundial ha cambiado, hoy el 60% de los viajeros escoge su destino por las Experiencias que van a poder vivir allí, más que por el clima, la distancia, o el coste.
Otro dato, el consumo de Experiencias duplicó en un 108% el gasto destinado a la compra de productos que se estanca en un 57%.
Un último dato, el 65% de satisfacción de un turista visitando un destino tiene que ver con las Experiencias vividas, más allá del patrimonio, la cultura o el tiempo. A esto también se le ha bautizado como Turismo Naranja, el turismo basado en el disfrute de experiencias locales.
Sea como sea, esta nueva Generación Naranja, plantea un nuevo reto a las Marcas, no sólo en la forma de conectar con ellos, sino en la manera de plantear sus modelos de negocio, abordar la innovación o definir la usabilidad de un producto o servicio.
Hoy, más que nunca, no basta con tener un QUÉ, necesitas un CÓMO. Y ese Cómo es lo que llamamos Marca. La capacidad de transmitir un significado concreto a través de todos los puntos de contacto, creando un impacto positivo capaz de generar valor y preferencia.
En esta nueva dimensión a la que nos enfrentamos, no importa tanto el producto que compramos, sino lo que ese producto y esa Marca es capaz de hacernos vivir. Y esto va más allá de una venta.
Llevamos años escuchando la importancia del UX en producto, o el UI, siempre relacionado con un producto que podemos manejar, una herramienta digital, una APP, una web… pero la experiencia va más allá de todo eso.
UX AS SERVICE
Hoy las Marcas que se enfrentan a este reto, el de competir en el Cómo, se enfrentan a lo que muchos conocemos como la ‘Servitización’ de las Marcas. Es decir, trascender del producto y convertirse en un servicio de valor añadido capaz de diferenciarte, ofrecer valor y escalar el negocio, no tanto en producto, sino en valor.
Eso nos lleva a repensar la forma que tenemos de interactuar con nuestras audiencias, no sólo a través de nuestros productos, sino de nuestros servicios. ¿Cómo debería ser la Experiencia de Usuario en un Call Center? ¿Y la de nuestros empleados en la cantina? ¿O la de la forma en la que vive la tienda nuestros usuarios?
El desarrollo de Experiencias de Usuario mas allá del Producto, plantea varios retos mayúsculos para las Marcas, que diferencian a las que podrán hacerlo, de las que no. Construir un Cómo, requiere construir una Marca, y eso significa tener las herramientas necesarias para hacerlo: tener una Plataforma de Marca bien definida, con tus valores, personalidad, posicionamiento…. Implica tener muy claro cómo se activa todo eso en cada punto de contacto… Implica tener un Tono de Voz capaz de transmitir lo que quiero hacerte vivir conmigo… Implica tener una identidad que proyecte esos matices… Implica saber cómo tengo que contestar al teléfono, o diseñar mi nuevo producto… Implica entender qué puedo o no puedo patrocinar, que debo o no debo defender… Implica tener y gestionar una Marca.
Marcas enfocadas en el ecosistema que rodea al producto, para definir un contexto que alguien pueda vivir con nosotros.
Hoy, ya no importa tanto tu funcionalidad, como mi percepción de la misma. Y esa percepción puede alterarse, en positivo o negativo, a través de lo que me haces vivir contigo.
Si todavía crees que la Marca es algo innecesario e inútil, bienvenido a tu obsolescencia programada. Sigue viajando por el sol y la playa, sigue comprando por los Megapixeles de la cámara, y sigue creyendo que el producto lo es todo, para acabar siendo nada.
En fin, bienvenidos a un mundo naranja.
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