Somos lo que aportamos a los demás. Es muy sencillo, esa es la mejor definición de nosotros mismos.
No sólo se trata de la visión endogámica que tengo de mi mundo, sino de ser consciente de lo que me rodea y entender qué papel juego en la vida de los demás.
No importará cuanto hiciste, ni lo que dijiste, ni si quiera cuanto te esfuerces por hacer creer lo que fuiste. Al final del día, cuando apaguen las luces, eres lo que queda en la mente de los que se van a dormir.
Aportar a los demás en lugar de quitar a los demás. Es la base del famoso Purpose (Propósito).
Esa nueva consciencia empresarial que tiene como objetivo reponer la confianza en la triste y denostada RSC, ofreciendo una nueva dimensión que trasciende a lo que hacemos.
En Branzai hemos escrito para aburrir sobre el Purpose:
- ¿Necesito un Purpose?
- Más allá del Purpose
- Convertir el Purpose en un hilo conductor de tú negocio
- La hipocresía del Purpose
- El Nuevo Target y el Purpose
- Y si el Purpose sobrevivirá a la próxima recesión
Hasta aburriiiiirrrr!!!! Ya lo hemos dicho… Pero nos quedaba una dimensión algo desconocida del Purpose, que pocos están entendiendo bien.
El Propósito (vamos a castellanizarlo) tiene como objetivo dibujarme un camino por el que transitar provocando un impacto positivo a los que me rodean más allá de lo que hago o lo que vendo.
Pensando que ‘El mundo sería un lugar mejor si…’ yo pudiera hacer algo por él haciendo lo que hago. Es una razón más para importarle a alguien.
¿Qué está pasando?
Os invito a coger el Propósito de BBVA, Banco Santander y La Caixa (recién salido del horno), por coger 3 ejemplos sencillos. O mejor, Repsol, CEPSA y Endesa… o cualquier otras 3 competidoras del IBEX.
Comparadlos…. Hacer avanzar a las empresas, las personas y la sociedad. Impulsar tu progreso y contribuir a una mejora sostenible y responsable de la sociedad. Crear un mundo de oportunidades para que las personas y la sociedad avancen…
Personas, sociedad, responsabilidad, avanzar, cuidar, contribuir, blaaa..blaaa y más blaaa y luego blaaa….
Vistos 2, vistos todos!
¿Una eléctrica? Ser la energía que hace avanzar de forma responsable y sostenible a las personas y la sociedad. ¿Un operador móvil? Construir un futuro en el que la tecnología ayuda a avanzar a las personas y la sociedad.
Y así podemos tirarnos todo el día. Una lectura un poco simplista, intervencionista y vacía de lo que es un Propósito.
El Propósito es aquel valor que aporto a los que me rodean con la actividad que desempeño, es una intención de ser algo en la vida de alguien resolviendo alguna de sus inquietudes.
Y esas inquietudes parece que las hemos tomado directamente de los ODS (los objetivos de desarrollo sostenible). Pero señores y señoras… hay más! Hay otros aspectos del ser humano que hacen del planeta una vida mejor… no todo es la sostenibilidad y la responsabilidad.
Al final estos Propósitos se convierten en intenciones compartidas y miméticas de categorías completas. Y aquí radica el problema.
No existe diferenciación entre 2 Propósitos de eternos competidores que pretenden importar, el uno más que el otro, a los demás.
Está claro que el Propósito no es tu Posicionamiento, pero ayuda a construir valor. Y si ese valor no es diferencial al de los demás, criii criii.
Por lo tanto tenemos que empezar a usar el Propósito de forma distinta:
1.
Encontrar nuevos Propósitos más allá de salvar el mundo
El Propósito es un valor que ofrecemos a quienes nos rodean, puede ser salvar el mundo o simplemente hacerte tu día a día mucho más sencillo. El Propósito puede tener mil formas distintas y sólo estamos usando una.
El ejemplo de PEUGEOT nos gusta mucho: ‘Unboring the future’… dice ‘oigan, mientras intento cambiar el planeta con coches eléctricos y sostenible y ecos y demás.. procurará que ustedes no pierdan la ilusión por conducir, que no sacrifiquen sus emociones por hacer lo correcto, que no tengan que renunciar a nada para tenerlo todo. Mientras salvo el mundo, primer voy salvando sus aburridas vidas’ … touché.
2.
Verbalizar el Propósito desde tu Marca
Los Propósitos que lees del BBVA o Santander o La Caixa, podrían intercambiarse y no notar la diferencia. No sólo porque dicen lo mismo, sino porque parecen dichos desde un púlpito por la misma persona.
Habitualmente, carecen de Tono, de personalidad propia. Si es algo que sale de tu Marca, si es algo que dices tú, tiene que parecer que lo dices tú.
Con estos 2 principios tan sencillos, el Propósito puede ser algo más que una frase institucional copy+paste en tu página web. Puede ser una forma de conectar con el mundo, desde lo que realmente eres, aportando un valor distinto.
Así que si tienes que proyectar un Propósito próximamente, piensa qué dimensión quieres cubrir:
- Social
- Medioambiental
- Personal
Busca una forma de aportar valor diferencial frente a tus competidores y dale el tono que necesita para que, como mínimo, parezca que lo dices tú.
En fin, unboring me please!
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