Desde que hemos sido capaces de organizarnos en sociedad, hemos buscado reivindicar nuestra identidad como grupo.
La necesidad de marcar un territorio, de formar parte de una misma cosa, y de decirle al mundo quienes somos.
Banderas, himnos, colores, formas, tradiciones, costumbres y cultura nos identifican y nos diferencian de los demás.
Pretender arrebatarle un símbolo identitario a una nación, sin preguntarle, nunca pareció una buena idea.
Esta mañana nos despertábamos con la notica de la semana, y será noticia porque el supuesto cambio del escudo del FCB Barcelona lo lleva siendo durante 3 semanas desde medio mundo. Un gran plan de comunicación que ha generado una alta expectativa.
La noticia era que los Socios, a los que se quería someter a votación del cambio de escudo, lo tumban.
En realidad no lo han tumbado, porque no se ha llegado a votar, pero el ruido que han generado ha hecho que la Directiva del Club, se lo piense dos veces y de momento lo guarde en la nevera.
Más allá del ejercicio técnico de la consultora Summa, hay algunas razones importantes que explican este descalabro.
UN ESCUDO, NO ES UN LOGO
Una de las razones que se pusieron sobre la mesa, era la necesidad de adaptar el escudo a los nuevos tiempos, más digitales y más modernos, como lo han hecho otros clubes sin tanto trauma. Ni hablemos de la Juve.
Pero lo que ha pasado va más allá del diseño, tiene que ver con los símbolos identitarios.
Un Escudo no es un logotipo, es un símbolo que contiene un sentimiento para su comunidad. Sea un país, una nación o un club.
Y en este caso, no sólo se ha redibujado el Escudo, sino que se han alterado sus símbolos. Y esto puede explicar muchas cosas.
Recordemos que el Club, desde 1910 tiene en su escudo las siglas FCB (Futbol Club Barcelona) y 4 barras azules con 3 rojas. Las 4 barras, no es un casual, son el número de barras que cruza la senyera catalana, su bandera.
Esto siguió siendo así hasta la Guerra Civil española, en la que el club se ve obligado a castellanizar sus iniciales para adaptarlas a CFB (Club de Futbol Barcelona).
No fue hasta los últimos días del régimen en 1974 que se vuelve a permitir el uso de FCB.
¿Y adivinad que se ha hecho en 2018?
Con la excusa de la nueva Arquitectura de Marca (muy discutible, ver artículo), y una adaptación a entornos digitales, se suprimen las siglas que han sido objeto de lucha histórica, no sólo de un club, sino de un pueblo. Adiós FCB, ni Franco lo consiguió.
Y para rematar, le quitamos varias barras a la bandera, porque total, son simples colores. ¿Resultado? Quítale 2 barras rojas a la senyera y nos queda la española.
Es lo de siempre, las Marcas no nos pertenecen, son de quienes las usan.
Tener una versión del escudo optimizada para entornos digitales es una cosa, pero quitarle parte de su simbología es otra.
Ya lo dice su tagline ‘Més que un Club’, es una institución deportiva tras la que fluyen sentimientos que van más allá del deporte.
A ver si algún día, alguien se da cuenta, que jugar con los escudos y elementos identitarios, no es jugar con una Marca, sino con una comunidad.
Pero vamos, estamos seguros que se las ingeniarán para sacarlo adelante.
En fin, més que un Escut.
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