Jano es el dios romano de los principios y los finales, de las nuevas etapas y de las viejas, por eso los romanos lo representaban como un dios con dos caras contrapuestas, y por eso ‘Jano’ es el mes en el que acaba y empieza el año: January (Enero).
Como la vida misma. Todo principio tiene un final, y su final dará lugar a un nuevo comienzo.
Vivimos en un universo de continuo espacio-tiempo, en el que el estallido de una estrella, es el comienzo de una nueva galaxia. En el que se expande, para volverse a contraer. En el que la luz se puede convertir en oscuridad.
La paradoja de Jano, o pensamiento Janusiano, describe perfectamente una de las leyes que rigen nuestras vidas: todo lo que pasa y su contrario sucede al mismo tiempo.
Un principio que ha sido ampliamente utilizado por grandes científicos y artistas de nuestra historia: Picaso, Bhorn, Einstein o Pasteur, son algunos de los nombres que vieron que cuando crees que ves algo, puedes estar viendo lo contrario.
Pasteur se dio cuenta que estar enfermo y superar una enfermedad, es la mejor manera de estar protegido contra ella. Es decir, la paradoja de tienes que enfermar para no estar enfermo, es una Paradoja de Jano. Y de ahí surgen las vacunas.
La habilidad de entender lo que está sucediendo cuando no vemos lo que sucede, simplificando.
No son pocas las Marcas que sufren de la Ceguera de Jano. Que viene a ser todo lo contrario. La incapacidad de ver lo que sucede cuando sucede y no lo sabes.
Las Marcas tienen un reto importante, estar en constante movimiento y adaptación al medio para reaccionar de forma ágil y precisa a los retos del entorno. Incluso cuando te va bien.
Hay una creencia, muy extendida, acerca de la Gestión de Marca, y que sólo debemos preocuparnos cuando nuestros indicadores de Salud, o resultados lo dicen.
Seguramente cuando te aparezca una mancha muy fea en la piel, será resultado de una enfermedad que no te guste tener.
Esperar a que los resultados indiquen un desgaste, esperar a que algo vaya mal, es esperar a tener que aplicar un remedio a una enfermedad. Y lo que buscamos con las Marcas es que no caigan enfermas.
Cuando una Marca no hace nada, lo que está haciendo es TODO para que suceda algo. Y esa es la Paradoja de Jano.
Cuando no pasa nada en tu Marca, está pasando todo, y no lo sabes.
Y ese es el principal problema de muchas compañías de este país. Creer que los resultados avalan la buena salud de nuestra Marca, y que no necesita evolucionar o moverse porque no hay nada de lo que preocuparse.
Einstein relató estó muy bien en su Paradoja que le condujo al Principio General de Relatividad:
“Si te tiras del techo de una casa sujetando un objeto, desde tu perspectiva el objeto no sufre fuerza o aceleración alguna, pero amigo… está cayendo al suelo a la misma velocidad que tú.”
Así que si miras a tu Marca y piensa que hace un tiempo que no sucede nada, es posible que ya esté sucediendo todo lo que debería suceder.
En fin, menudos dioses los de los Romanos.
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