La vida no es de quienes lo intentan, es de quienes lo consiguen.
Es curioso echar la vista atrás, cuando eres adulto, y mirar lo que te dijeron en tu infancia. Lo importante es participar, no pasa nada por no conseguirlo, otra vez será, el objetivo es intentarlo…
Pues no. La vida no va de intentarlo, va de conseguirlo. Lamentablemente.
No vale intentar tener pareja, no vale intentar pagar la hipoteca, no vale intentar tener ese ascenso. Al final del día, lo que marcará tu vida, será lo mucho o poco que conseguiste de esos intentos.
Que aprenderemos por el camino, que creceremos como persona, que seremos más sabios y resabiados, sí… pero sin pareja, sin poder pagar la hipoteca y sin el ascenso.
Esto nos recuerda un poco al Agilismo. La metodología Ágil no es más que probar y probar hasta conseguirlo. Simplificando muuuuucho.
En realidad se basa en la iteración constante y en la prueba de lo que hacemos, para aprender rápido, ajustar y seguir avanzando, para tener algo válido y funcional en menos tiempo, con más acierto.
En el mundo del desarrollo de producto, de la innovación, de la puesta en marcha de modelos de negocio, el Agilismo ha tenido un impacto brutal, porque permite en menos tiempo poner algo viable en el mercado funcionando.
Pero en el mundo de la Marca esto se ha convertido en un doble filo.
Iterar, significa probar, y probar conlleva cambiar. Y cambiar muy rápido. Y eso plantea un problema enorme en la construcción de una Marca.
Imagina que llegas por primera vez a tu trabajo nuevo. Y el primer día decides ser simpático y muy abierto. Te das cuenta, que no ha dado mucho resultado y la semana siguiente, pruebas a ser más serio y más rígido. Eso tampoco parece que encaje 100% con tus compañeros y jefes, y decides a la tercera semana volver a cambiar.
Si le preguntamos a tus compañeros, ¿Quién eres y Cómo eres?... ¿Qué crees que responderán de ti? Todo y nada.
Ese es el problema de hacer pivotar una Marca mucho en poco tiempo. Ahora soy una tarjeta, no mejor un banco, no casi mejor un Marketplace, uiixxxx creo que es mejor ser una red social financiera….
Cuando iteramos un producto, estamos iterando una Marca.
Cuando iteramos un modelo de negocio, estamos iterando una Marca.
Así que las Marcas que surgen de los modelos Ágiles tienen varios retos. El principal nacer con la flexibilidad suficiente para que su construcción no te impida iterar, o cambiar. Que la Marca tenga un propósito y propuesta de valor por encima de lo que tiene o vende. Y sobre todo que la Marca sufra las mínimas iteraciones de significado, porque cada vez que haces eso, empieza de nuevo.
Al final del día, no se trata de intentar ser una Marca que conecte con tus audiencias de forma diferencial y relevante, sino que consigas serlo. Y ahí, cuanto mas lo intentas, cuanto más cambias, más lejos estás de conseguirlo.
Porque cuando algo cambia mucho, genera incertidumbre, y la incertidumbre nos inquieta, y si nos inquieta nos molesta, y si nos molesta no nos acercamos.
Intentarlo está muy bien, pero tener claro como vas a conseguirlo y estar determinado a hacerlo, está mucho mejor.
El Agilismo ha permitido una forma distinta de abordar el mundo más rápido, pero también ha dibuja un contexto en el que morir deprisa.
Hay un dato inquietante, y lo dejamos aquí para que cada uno lo interprete como quiera:
Del 10-20% de las Empresas Tradicionales sobrevive los 3 primeros años.
Sólo el 3% de las Startups lo hacen en el mismo tiempo.
En fin, lo que rápido empieza, rápido acaba.
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