Si tienes un equipo lo tienes todo.
Es quizá una de las frases más cortas y más poderosas que rigen nuestro mundo. Hoy no seríamos la especie que somos si no hubiéramos sido capaces de trabajar en equipo. Hoy no habríamos superado nuestros retos sin la ayuda de todos.
Pero también es una de las frases más incompletas jamás pronunciada. Porque un equipo sin un objetivo común y un marco de referencia que les ayude a caminar en la misma dirección, no funciona.
Aunque parezca mentira, gran parte del éxito de los proyectos de Marca, es este punto.
Hoy, quien se enfrenta a un problema de Marca, se está enfrentando el 80% de las veces a un problema de Cultura. A un problema de alineamiento entre lo que somos, lo que creemos somos y lo que deberíamos ser.
Y una de las razones de ese GAP son las Personas.
Puede que no tengamos el producto que sustente lo que decimos que somos, o lo que deberíamos ser. Puede que no estemos comunicando lo que realmente somos o lo que deberíamos ser.
O puede que no tengamos a las personas adecuadas para ser lo que decimos o ser lo que deberíamos ser.
Si el gap es de Producto o Activación, es bastante ‘sencillo’. Basta con replantear nuestra oferta o nuestro esfuerzo en trasladar al mercado lo que deseamos.
Pero si nuestro gap es de Personas, tenemos un problema Cultural que no se soluciona a corto plazo y que condiciona por completo nuestra evolución competitiva.
Podemos ser el mejor equipo del mundo, con la cultura más incorrecta de todas.
Por lo que nos solemos enfrentar a dos problemas:
A.
Que la organización sea capaz de alinearse frente a un objetivo común, orientando todos los esfuerzos y voluntades en la misma dirección. Consiguiendo funcionar como un solo organismo con un único corazón.
A eso lo llamamos Brand Engagement.
B.
Que la organización sea capaz de dotar a esa unidad de un sentido, un propósito y una forma concreta de vivir internamente. Una misma forma de actuar, de pensar, de creer y de comportarse.
A eso lo llamamos Cultura.
Por lo que no sólo basta ser capaces de construir un Equipo que crea en el proyecto, que sepa que son parte de un todo y que están para sumar y no dividir. Sino que también es necesario, dotarles de un marco de actuación que les ayude a ser lo que queremos ser. A ser lo que queremos que perciban de nosotros.
Si nuestros empleados no son capaces de activar la Marca internamente, no esperemos que nuestros clientes ni lo entiendan.
Por lo tanto, cuando abordamos el famoso ‘Team Building’ desde RRHH, deberíamos abordarlo con un apellido: ‘Team Building through Values’.
Es decir, la construcción de equipos que trabajan y se cohesionan bajo nuestros valores y personalidad, bajo nuestro posicionamiento y propuesta de valor, bajo nuestro propósito.
Es entonces cuando empezamos a tener la posibilidad de cerrar el gap entre lo que decimos que somos, lo que queremos ser y lo que realmente somos.
Básicamente, cuando abordes una transformación de Marca, si no tienes en cuenta el Engagement y la Cultura, te estás dejando la variable que más pesa en reorientar una compañía. Ya que el Producto y la Activación la puede abordar cualquiera.
En fin, si tienes un equipo, dales un paraguas.
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