Si quieres saber cómo estás de salud, vas al médico a hacerte una revisión. Si quieres saber cómo está tu coche, vas a l mecánico a hacerle una revisión. Si quieres saber cuánto cuesta tu casa, llamas a un tasador que la revise.
Vivimos en una sociedad que vive permanentemente auditada por los demás.
Hacienda audita cada año tus cuentas. En tu empresa auditan cada cierto tiempo tus sistemas de calidad. Tu madre audita cada noche si has comido y te has abrigado…
Es importante para el ser humano, tener el control de lo que hace, y llevamos siglos creando sistemas y procesos que nos ayuden a certificar que vamos por el buen camino.
Desde nuestras vidas, hasta nuestras empresas, hay sistemas que revisan el buen funcionamiento de todo. Tienes un sistema que revisa el estado de tus máquinas, la calidad de tus productos, la eficiencia de tus procesos, el estado de tus cuentas, la auditoría de tu stock…
Pero, ¿y de tu Marca? ¿Sabes en qué estado se encuentra?
Aunque la vida siempre es un gran marco de referencia para entender cómo funciona el Branding, son muy pocos los que lo aplican.
Si entiendes la Marca como un elemento competitivo de tu compañía, entenderás que para que eso ocurra tiene que estar en buena salud.
La Marca no es algo que llevamos en una tarjeta, es algo que vivimos dentro y fuera de la compañía. Que nos hace únicos y nos ofrece una forma de vivir y de actuar. La Marca, en definitiva, es la suma de todo lo que hacemos.
Y cuidarla no es aplicar correctamente el Logotipo en mis materiales. Cuidarla significa asegurarte que sigue significando algo a alguien, creando valor y preferencia.
Para ello, igual que usas una ISO9000 para garantizar la Calidad de tus Productos y Servicios, debes activar de forma periódica una Auditoría de Marca para entender el estado de salud de la misma.
¿Qué es una Auditoría Interna de Marca?
Una revisión profunda de los elementos que la definen y de la correcta activación de los mismos en los distintos puntos de contacto, para tus distintas audiencias.
Es decir, lo que se definió que nos hacía competitivos, ¿sigue siendo válido o no?
¿Tenemos que cambiar algo? ¿Tenemos que ajustarlo? ¿Reformularlo? ¿Volver a empezar?
¿Sigue representando lo que soy? ¿Lo transmite de forma diferencial? ¿Somos consistentes? ¿Generamos valor a nuestras audiencias? ¿Nos hace competitivos? ¿Impacta positivamente en el negocio?
Para ello es importante contar con un proceso de revisión periódica de nuestros elementos de Identidad Visual, Verbal, Actitudinal (comportamientos) y Estratégicos (Posicionamiento, Esencia, Valores, Personalidad y Propuesta de Valor).
Existen muchas formas y herramientas que nos ayudan a valorar el funcionamiento o no de estos elementos, y de valorar las Variables que nos ayudan a construir nuestra competitividad (Diferenciación, Relevancia, Consistencia, Valor y Flexibilidad – Ver articulo).
Algunas de las herramientas las hemos visto en Branzai:
- Las 5s
- El Brand Polar
- El Brand Balance
- El Test de Salud de Marca
- Y 20 más…
Sea cual sea la herramienta que uses, lo importante es que la figura del Auditor interno de Marca, sea tan importante como el Auditor de tu ISO9000.
Porque al final, el éxito de tu Marca dependerá si tus Valores se están activando correctamente en los empleados, si tu Call Center activa tu Personalidad y comportamientos, si tus Productos responde a la Propuesta de Valor, si tu Comunicación está alineada con nuestro Posicionamiento, si los Mensajes de tu web están en Tono, o si simplemente el último folleto tiene aplicado correctamente el estilo fotográfico…
Cuando construyes una Marca tiene un objetivo, impactar positivamente en el negocio, y cuidar tu Marca es cuidar tu negocio.
Porque el éxito de una Marca es simplemente saber que funciona. Y sino, cambiarlo.
Y ya sabéis, que si no puedes medirlo, no puedes gestionarlo. Por eso es tan importante, poner un Auditor en tu vida.
En fin, cuida tu negocio, audita tu Marca.
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