El ser humano vive dos pasos por detrás de su tiempo. Tardamos en aceptar que la tierra era redonda, a pesar que alguien lo vio durante décadas. Y estamos tardando en aceptar que la economía ha cambiado, aunque estamos viviéndolo.
Hoy el 80% del tejido económico en países desarrollados no tiene que ver con la fabricación, sino con la ideación.
Un nuevo modelo económico que plantea nuevas formas de abordarlo. Y eso supone que nuestra sociedad tiene nuevas Marcas.
Una compañía de Taxis tiene que tener Taxis. Una compañía de reparto de comida tiene que producir Comida. Una compañía de telefonía tiene que tener Teléfonos.
Pues no. Bienvenidos a los nuevos modelos de negocio de código abierto.
El Código Abierto, es una terminología que nace en el ámbito del Software y que tiene como objetivo crear sistemas libres y gratuitos que pertenezcan a todos, que pueden crecer, mutar o transformarse. Sistemas en los que se contribuye de forma libre y autónoma sin esperar nada a cambio.
A mediados de los 50, Edward L.Deci dijo ‘El ser humano tiene una tendencia natural a buscar novedades y retos, a ampliar conocimientos y explorar. Más allá del dinero.’
Hemos estado viviendo en un sistema basado en lo que los psicólogos e investigadores de la conducta llaman, Motivación 2.0. Una era basada en el castigo y recompensa. Trabajas para conseguir algo a cambio. Medio centenar de investigadores, algún premio Nobel de por medio, han demostrado que el ser humano se mueve por lo que llamamos motivaciones intrínsecas. Por el simple deseo de participar, dejar un legado o superar un reto.
Este es el éxito de esta nueva sociedad colaborativa, en el que el reto está por encima de la recompensa en sí misma. Entre otras cosas esto explica el fenómeno Gamer, que supera cualquier industria en ingresos creada por el hombre.
Este nuevo paradigma nos ha llevado a Marcas que son concebidas, creadas y, sobre todo, sustentadas por la comunidad. Marcas que más que proponer un producto, proponen un reto, proponen una alternativa, proponen un nuevo sistema en el que dejar tu impronta.
Quién le iba a decir a Encarta, un poderoso equipo de miles de personas de Microsoft pagadas mensualmente, que una pandilla de voluntarios sin sueldo les iban a quitar el primer puesto como Enciclopedia Mundial de referencia… llamada Wikipedia. O la industria del Turismo, que millones de personas crearían la referencia mundial sobre viajes, llamada Tripadvisor.
Hoy las Marcas no se enfrentan a reinventar modelos de negocio, se enfrentan a motivar a las comunidades que los sustentan.
Esta nueva época nos obliga a pensar no sólo en cómo ofrecemos las cosas, o cómo competimos, sino qué estamos ofreciendo y qué palancas de la motivación humana estamos activando.
‘El desafío de hacer algo porque crees que es altamente satisfactorio y un desafío personal, inspira los niveles máximos de compromiso’ (Teresa Amabile, Harvard’
Hoy los Gestores de Marca no se enfrentan simplemente a ofrecernos el mejor producto, o servicio. Ni los mejores contenidos, ni tan siquiera las mejores experiencias. Hoy se enfrenta a entender cómo eso realmente me ayuda a construir mi camino.
Marcas capaces de proponer un propósito, no para ellas, sino para nosotros.
Esta es la diferencia en esta nueva sociedad. Ya no esperamos Marcas que contribuyan a nuestro mundo, lo hagan mejor, sean más justas, o nos traigan el futuro. Esperamos Marcas que nos ayuden a que nosotros hagamos un mundo mejor, que nosotros seamos más justos y que nosotros traigamos el futuro.
Un modelo que habla pasa de hablar de ELLOS a NOSOTROS.
Un modelo que nos necesita como personas para hacerlo existir, y no personas que necesitan un modelo para existir.
En fin, bienvenidos a la sociedad intrínseca.
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