Una misma vida puede vivirse de mil formas distintas. Un mismo camino puede disfrutarse de cien maneras diferentes.
Y a pesar de ello el ser humano vive en el mundo del Qué.
Qué vas a ser de mayor, Qué quieres hacer mañana, Qué te gustaría aportar al mundo, Qué te gustaría vivir los próximos dos meses… De hecho nuestra sociedad gira sobre el Qué. Qué aportas, Qué eres, Qué te hace diferente, Qué te interesa, Qué te gusta, Qué me disgusta, Qué.. Qué y Qué…
Incluso nuestras empresas se plantean desde el Qué: Hacer Barcos, Conectar Gente, Transportar Personas, Construir Puentes, Hacer Marcas.
Una pregunta que tiene poco recorrido, que nos limita en la forma que adoptamos y nos imposibilita, muchas veces, competir de forma diferencial, tanto en la vida, como en los mercados.
Si vives en un mundo de Qué, jamás encontrarás tu Cómo.
En realidad lo que nos hace distintos a todos los seres humanos de este planeta, no es el qué hacemos, o el qué perseguimos. Sino el Cómo afrontamos eso. Hay millones de personas que quiere un mundo mejor (Qué), pero pocas que sepan hacerlo desde el Cómo.
Hay decenas de posibles chicos pretendiendo a tu chica ideal (qué), pero sólo un cómo de conquistarla. Hay cientos de empresas que hacen puentes, pero sólo un cómo de destacar por encima del resto.
Plantearte la competitividad desde el Qué es plantearte que tienes un modelo de negocio, producto o capacidades tan diferentes del resto, que puedes manejarlo como ventaja competitiva porque te da diferenciación suficiente.
Plantearte la competitividad desde el Cómo es plantearte que algún día dejarás de tener un Qué poderoso y podrás seguir compitiendo siendo diferente.
Por eso el Branding es importante.
El Branding permite ofrecer un Cómo distinto a un mundo de mismos Qué. El Branding te permite competir de forma diferencial, teniendo lo mismo que los demás.
Igual no tienes el mejor producto del mundo, pero eres capaz de tener la mejor experiencia de todas. (PepePhone). Igual no tienes un modelo diferencial de negocio, pero eres capaz de conectar de forma distinta con quienes te rodean. (Vueling)
Gran parte del secreto de la competitividad no es afrontar el Qué exclusivamente (que importa), sino afrontarlo conjuntamente con el Cómo.
El Qué te dará, en el mejor de los casos, una ventaja competitiva a corto plazo y el Cómo construirá tu Marca en la mente de los demás.
De hecho, si pensamos en el Qué siempre acabamos diciendo ‘esto ya lo hace aquellos’, ‘esto ya lo intentó aquel’, ‘esto lo tienen mejor los otros’… y es un error. No te preguntes Qué quieres vivir, pregúntate Cómo quieres hacerlo y tendrás mil formas distintas de vivirlo.
Una Marca bien construida es aquella que desde el Cómo hace que un Qué sea diferencial y relevante.
Por ello tenemos que trabajar en el contenido de la Marca, en su propuesta de valor, en su personalidad, en su tono de voz, en su story, en su identidad, en todo lo que hace que una misma cosa, parezca otra distinta capaz de generar valor e impactar positivamente en tu negocio.
Eso sí, a veces el secreto no está en plantear el Cómo si no puedes responder desde el Qué. Porque la realidad de tu Marca debe ser sustentada por la realidad de tu producto o negocio.
En fin, en un mundo de Qué el Cómo es el rey.
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