Las palabras dejan de ser tuyas en el momento que abandonan tu boca.
Por eso, como bien explica Frank Luntz, lo importante no es lo que dices, sino lo que entienden.
‘En los principios era la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios’ (Juan 1:1). El uso de la palabra es tan poderosa que ha marcado nuestra historia y lo que somos como seres humanos hoy, ha transformado la humanidad. Ha sido capaz de mover pueblos, levantar puentes, cambiar la historia y forjar nuestro futuro.
Pero las palabras son realmente inofensivas en sí mismas, inocuas, no tienen valor intrínseco si no están en contexto. El verdadero valor de una palabra es la que le otorga el contexto en el que se pronuncia.
Imagina una fiesta con amigos de risas locas y dices ‘I have a dream’… Ahora imagina una manifestación con miles de personas que quieren cambiar el rumbo de los cosas y dices ‘I have a dream’. Mismas palabras, un antes y un después.
Entender esto es entender cómo el uso de la Palabras, más allá del uso del Tono de Voz, puede transformar por completo la percepción que tienen de ti en un contexto concreto.
Las Marcas, las compañías, tienen la oportunidad de cambiar por completo lo que piensas de ellas con el simple uso de las palabras. Hagamos una prueba, coge cualquier empresa grande, accede a su Informe Anual y léete la carta de su presidente… subraya aquellas palabras o expresiones que no entiendas, no creas o te parezcan confusas o vacías… te quedarás sin papel.
Ahora coge cualquiera de las compañías que aprecias, que te gustan, que crees que están cambiando el mundo. Haz el mismo ejercicio.
El Tono de Voz nos ayuda a definir la forma en la que nos expresamos y proyectamos nuestra personalidad. Nos ayuda a construir un marco en el que ser nosotros mismos. (ver artículo Tono)
Pero la elección correcta del mensaje es fundamental, lo que llamamos Premisas del Mensaje. El Tono, si bien nos ayuda a escoger qué tipo de palabras usamos, no define la expresión y construcción exacta del mensaje.
Y poco pensamos en ello, ya que el mensaje es quien establecerá el significado de nuestra Marca, es la palabra que hará que entiendas algo concreto de mí o lo contrario.
Pensar en qué quiero comunicar no es suficiente, tenemos que pensar en qué queremos que los demás entiendan. No sólo desde nuestras necesidades como compañía, sino desde el contexto concreto en el que se encuentran nuestras audiencias y desde la Marca que queremos construir para ellas en ese contexto.
No es lo mismo decir ‘Un mundo en el que tendrás éxito’, que ‘Un mundo el que alcanzar tus oportunidades’. Mismo Tono, parece el mismo mensaje, pero con connotaciones muy diferentes. En la primera afirmación estás dando a entender que hoy no tengo éxito, en el segundo simplemente te abro la puerta a que lo tengas.
El Mensaje, el uso de la Palabra debería formar parte de la definición de tu Marca, más allá del tipo de Léxico que utilizamos, el sentido del mismo. Palabras y expresiones que abren caminos, Palabras y expresiones que son inclusivas, Palabras y expresiones que…
Y sobre todo definir no sólo cómo hablamos, sino lo que esperamos que entiendan en ese lenguaje. Para que todo aquel que tenga que comunicar tenga claro el marco de referencia mental de nuestras audiencias: Premisas del Mensaje.
Queremos que nuestros empleados sientan que somos parte de sus logros, que no estamos por encima de ellos, que nos vean como una herramienta para su éxito profesional, que nos importa su entorno familiar, que.. que…
Definir las Premisas del Mensaje, nos ayudará a poder determinar las Palabras adecuadas. Y recuerda, quien domina el uso de la Palabra, controla el Mundo.
En fin, Palabras, sólo palabras.
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