Cuando eres pequeño alguien siempre cuida de ti. Alguien te arropa, alguien cruza contigo de la mano, alguien te mima cuando estas malito, alguien está cerca siempre.
El ser humano es uno de los pocos animales que necesita extensos cuidados y mimos para su desarrollo y supervivencia del reino animal.
De hecho, algunos parece que no dejan de necesitarlos nunca. Pero madres del mundo, no os preocupéis, seguro que vuestros hijos han comido y van abrigaditos!
Ni la necesidad de cuidados, ni el instinto de darlos muere con el tiempo. Es algo que fluye en nuestra naturaleza y perpetua nuestra especie de forma realmente eficiente. En los momentos que más indefensos estamos, son en los momentos que más apoyos deberíamos tener, y eso puede pasar recién nacido o con 40 años.
Si el apoyo de una Madre (Padre) es fundamental para nuestro crecimiento, para consolidar nuestra confianza, para aprender a valernos por nosotros mismos, para ser válidos en nuestra vida, ¿Por qué iba a ser diferente con las Marcas?
Una Marca cuando nace, es como nosotros, tiene todo que aprender. Es vulnerable, inmadura, débil e inexperta, y sus probabilidades de morir antes de alcanzar la edad adulta son muy altas.
Si el cuidado y mimo a una Marca es fundamental para la gestión eficiente de la misma, y la correcta construcción, en las fases tempranas de su existencia es, si cabe, mucho más delicado.
Una Marca que nace, es tan poderosa como lo es su gestor.
En estas fases tempranas, las Marcas se enfrentan a decisiones complejas, a su propia construcción y su propia consolidación de significado, por lo que un sistema de control, cuidado y vigilancia intensivo es fundamental. Nada queda al azar, nada es improvisado, nadie se desvincula, todo se mide y todo se modifica ligeramente hasta que encaja.
Los primeros pasos de una Marca determinan si será capaz de andar.
Pero no siempre las Marcas nacen solas, es decir, en ocasiones las Marcas tienen la fortuna de nacer acompañadas, de ser parte de una familia, de tener unos padres biológicos de verdad. Una submarca por ejemplo, o un servicio/producto nuevo de una Marca consolidada.
Nuez de Bankinter, Twyp de ING, por ejemplo.
Este tipo de Marcas disponen de Matriarcas. Madres que les acompañarán en su nacimiento, crecimiento, madurez e independencia. Marcas Nodriza.
Pongamos el último ejemplo de ING, el nuevo servicio que compite con YAAP móvil, de sharefounding entre amigos. Esta nueva Marca se llama TWYP.
Imaginemos que mañana vemos un anuncio de TWYP en la tele. ¿Cuánto tiempo y dinero tendríamos que invertir para confiar en esta nueva Marca? ¿Para que adquiriera la propia dimensión de Marca relevante para nosotros?
Está claro que cuando lo vemos como TWYP de ING, la cosa cambia. De repente la barrera de la confianza no existe, se llena de cierto contenido y ahora es más fácil introducirla en nuestras vidas.
¿Qué ha pasado? ¿La Marca Nodriza? La Marca que es capaz de transferir significados existentes y dotar de contenido a una nueva Marca.
Estas Marcas Nodrizas, acompañan en la construcción de nuevas Marcas, haciendo el más puro papel de madre, hasta que estas tienen la capacidad de valerse por sí mismas.
Estas Marcas Nodrizas, adoptan diferentes papeles en función de la progresión de sus pequeños:
1. MATRIARCA (Master Brand)
Es cuando la Marca Nodriza se posiciona al frente y arropa a la nueva Marca bajo sus faldas.
Ej: TELEFONICA MOVISTAR. Telefónica es la Marca Nodriza que dota de sentido a una nueva Marca, en este caso Movistar.
2. ACOMPAÑANTE (Endoso)
Cuando nuestra Marca Nodriza cede el protagonismo y deja caminar a la nueva Marca acompañándola en todo momento para seguir cuidando de ella.
Ej: HE by MANGO
3. INDEPENDIENTE (Shadow Endorser – Corporativa)
Es el momento de decir adiós y recordarle que siempre habrá una casa donde comer los domingos. El momento en el que la Marca Nodriza se despega y queda en un segundo plano a un alto nivel, teniendo un rol corporativo o de sustento institucional.
Ej: DS (Citroën)
Sea como sea, toda Marca que nace necesita un apoyo, ya se de sus padres o de sus tutores legales.
En fin, mamá hoy me he abrigado, tranquila.
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