El ser humano es fruto de lo que ha vivido, es un espejo de lo que le enseñaron y el resultado del paso del tiempo. Somos la suma de los matices que nos ha otorgado la vida que vivimos.
Nos forjamos gracias a nuestras experiencias, vivencias y aprendizajes, que dan forma a lo que somos, a lo que creemos, lo que defendemos, sentimos y abanderamos.
El tiempo construye lo que nos mueve y nos ayuda a interactuar con nuestro entorno, con quienes nos rodean. El tiempo construye lo que nos define, nuestros valores.
Los Valores son aquellas creencias internas que nos ayudan a ser la persona que somos. Nos indican el camino por el que transitar y la forma en la que comprendemos el mundo.
Los Valores son el fruto de nuestras creencias, aprendizajes y educación.
Si pensamos en el ser humano, entendemos los valores de quienes nos rodean gracias a los actos que proyectan, lo que nos dicen, lo que hacen, su personalidad, sus comportamientos. Los valores subyacen en todas las actividades de nuestra vida y están presentes de forma irremediable en nuestra realidad.
Todavía no he visto a nadie por la calle vistiendo una camiseta que pusiera ‘Soy Íntegro’ para demostrar al mundo en lo que cree. Es más normal que esa persona se comporte de forma honesta, transparente y justa, y que nosotros percibamos de él esta integridad. (no cuentan los políticos que sí llevan el cartelito)
Los Valores, en definitiva forman parte de nosotros para que el mundo los descubra a través de nuestro Yo.
Si hacemos una referencia directa a la Marca, en este asunto como en muchos otros, el paralelismo a cómo funciona el ser humano y la Marca es interesante.
Las Marcas poseen lo que llamamos Valores de Marca y Atributos de Personalidad. Los Valores nos ayudan a definirnos como Marca y la Personalidad a expresarlos hacia fuera.
Los Valores de Marca nos ayudan a mover a las organizaciones hacia el punto en el que queremos estar, definiendo aquello en lo que creemos y nos identifica, alineando internamente a toda la organización.
Si utilizamos la Personalidad de Marca para expresar al mundo cómo somos y cómo hacemos las cosas, los Valores nos ayudan a definir hacia donde nos movemos internamente.
Partiendo de esta base, en muchas ocasiones nos preguntamos, ¿Qué tengo que hacer con los Valores de Marca? ¿Dónde los pongo? ¿Los tengo que poner en la web?
Bueno, como siempre no hay una respuesta categórica a este asunto, y encontramos mil formas de hacerlo, pero si aplicamos un poco de sentido común es muy sencillo.
Al igual que en las personas, los valores son herramientas internas que me ayudan a moverme en una dirección determinada, y al igual que las personas da igual lo que me digas porque te conoceré por lo que hagas.
Es decir, puedes poner en tu WEB que crees en la sencillez, que te gusta impulsar sueños y que prefieres el vaso medio lleno que medio vacío, pero eso es como salir a la calle con una camiseta para mostrarle al mundo lo ‘majo’ que eres.
También puedes hacer que la web sea intuitiva y fácil de navegar, puedes facilitar el acceso a ventajas a tus clientes para que consigan lo que quieran y puedes cargarles de mensajes positivos. Y no sólo en la web, en cada uno de los puntos de contacto.
O puedes hacer ambas cosas, lo que es algo redundante.
Al final los valores son poderosas herramientas internas fundamentales para alinear una compañía y establecer el trabajo necesario para materializarlos ahí fuera. Pero de forma externa, los valores son simples ‘blablabla’ que si no se apoyan con la tangibilización no sirve absolutamente para nada.
Así que más que preocuparte por dónde utilizo los Valores de Marca, si en la web, en la memoria corporativa, en el anuncio de TV… deberías preocuparte de cómo vas a demostrar al mundo que esto es realidad, cómo lo van a percibir, cómo lo vas a aterrizar.
Los Valores en sí mismos, fuera de la compañía no son más que catalizadores e impulsores de nuestra personalidad y nuestra forma de hacer las cosas.
De igual forma, existen mil maneras distintas de incluir unos Valores de Marca en un punto de contacto como una web. Desde transformarlos en un decálogo, integrarlos en los mensajes principales o desarrollar conceptos relacionados. Mil y una forma más inteligente, integrada y natural que la típica pestaña ‘Mis Valores’.
Un modelo tradicional que está cambiando a algo más orgánico, natural y humano. Como nosotros.
No digas lo que te mueve, mueve lo que quieres que digan de ti.
En fin, el valor es más valor cuando lo valoran.
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