Pepsi, ¿Y ahora qué? Esta es la pregunta que muchos se hacen estos días después de ver el movimiento de Coca-Cola hacia la Megabrand.
Pepsi, la eterna seguidora de Coca-Cola acaba de quedarse sin referencia en su camino. Un seguidor, necesita alguien a quien seguir.
En este momento a Pepsi le ha pillado a contrapié, justo en un momento en el que la gigante azul estaba redefiniendo su marca en el lineal.
Los más observadores habrán visto que desde hace unos meses, Pepsi está reformulando parte de su gama de carbonatadas. La referencia más conocida ha migrado del azul oscuro a un azul más luminoso y metálico, y una nueva versión de logotipo que contiene la esfera tricolor en una de las ‘P’ apareció en escena.
Sin mencionar la aparición del logotipo vintage que recuerda su herencia y que ha dado lugar a algunas ediciones especiales. Un pequeño caos, en el que encontrar 3 logotipos distintos en una misma lata de 30cm.
Al margen de estos cambios sutiles, la gran novedad era el camino contrario que estaba siguiendo Pepsi, en referencia al movimiento actual de Coca-Cola. La creación de universos limpios monocromo para cada uno de los segmentos en los que compite.
Recientemente hemos visto aparecer la Pepsi Light sin cafeína, 100% blanca. O la Pepsi sin cafeína, 100% oro, que suman a la 100% azul, 100% negra y la 100% plata, de la clásica, max y light.
Un portfolio que pretende cobrar personalidad propia en cada uno de los segmentos del lineal bajo una identidad común que conforma el símbolo central que aumenta de tamaño y al disminuir el ruido de su alrededor, gana protagonismo.
Otra forma diametralmente opuesta de construir una Marca en el lineal.
Pero, ¿Y ahora qué?
Pues a priori podemos pensar que Pepsi se va a diluir mucho, pero mucho frente a la mancha roja de su competidor, ya que veremos el rojo enfrentado con el azul, con el blanco, con el plata, con el oro y con el negro. Algo que le va a dar más poder a Coca-Cola.
O no…
Ahora Pepsi, eterno follower, tiene la oportunidad de coger el toro por los cuernos y capitalizar lo que Coca-Cola ha dejado: el blanco, el oro, el plata, el negro..
Es decir, es muy probable que Coca-Cola, tarde o temprano, por los problemas de diferenciación que tienen las Megabrands con el tiempo (ver artículo completo del cambio), se enfrente a una vuelta precipitada hacia atrás. Una vuelta a intentar utilizar más mancha de plata, oro, negro…
Si Pepsi juega bien sus cartas y en este tiempo de cambio de su rival, consigue apropiarse de estos colores de una forma única y poderosa, Coca-Cola tendrá un serio problema a su vuelta a los segmentos.
Un pulso solo apto para valientes y para aquellos que quieren dejar de ser los segundos de la lista, y quieran entrar en un juego de apuestas que sólo uno puede ganar.
Dicen que todo cambio es una oportunidad, y que todas las amenazas contienen ventajas, pues esta es ineludible. Ahora veremos de que pasta está hecha Pepsi, de los que nacen para ganar o de los que se conforman con lo que dejan los demás.
¿Mantendrá su estrategia de submarcas paraguas o se batirá en duelo creando otra Masterbrand?
Veremos que depara el futuro para ambas marcas, pero desde el punto de branding de producto, pinta muy interesante.
En fin, fight!
COMMENTS