Las personas somos lo que hacemos vivir a los demás. Somos lo que significamos. Somos lo que los demás piensan de nosotros. Porque da igual quien eres, si nadie lo siente.
El ser humano es un ser relacional, es decir necesita relacionarse con los demás para vivir. Interactuar y conectar con otras personas para completar su vida y sus necesidades.
Conformamos nuestro mapa de relaciones según lo que esas personas han logrado significar para nosotros, y las clasificamos en función de lo que nos hacen vivir. Por lo que es igual lo que creas que eres, lo que importa es lo que creen los demás.
Esto es fundamental para tener una perspectiva adecuada de nuestra vida, lo que hacemos y lo que aporta a los demás. Ya podemos creer que somos los más simpáticos del universo, que si nadie se ríe que nosotros debería hacernos reflexionar sobre ello.
Lo mismo le sucede a las marcas. No son lo que creen, sino lo que creemos nosotros que son. Y esto es un aspecto crítico para la gestión de marca.
No se trata de gestionar lo que tienes, sino de lo que creen que tienes.
Por lo que construir una experiencia adecuada que transmita lo que realmente somos, puede ser determinante para gestionar nuestra marca en la forma que necesitamos, no en la que podemos.
La construcción de experiencias de marca, no es más que la creación de significados que nos ayuden a conectar con nuestras audiencias de forma única y significante. Es decir, la capacidad de una marca de contar una historia que interese a quienes nos rodeen.
Una historia, pero no cualquier historia. Una historia desde nuestra realidad y que nos ayude a transmitir nuestra propuesta de valor. Lo que nos hace únicos.
¿Y esto cómo se hace?, pues como todo en branding, es mucho de sentido común. Sólo tenemos que tener en cuenta, simplificando, 5 sencillos puntos.
TENEMOS
Una experiencia de marca es una historia capaz de conectar con nuestras audiencias, que habla de nosotros y transmite una idea. Para contar una historia necesitamos saber de qué elementos disponemos para contarla.
Qué nos caracteriza, Cómo somos, Qué proponemos, Qué nos diferencia. Una lista de palabras, atributos y significados que estamos proyectando en lo que hacemos. (nuestra web, nuestra comunicación, nuestro posicionamiento, nuestra filosofía).
NECESITAN
Una historia sólo importa si importa a los demás. Es decir, entender qué necesitan escuchar nuestras audiencias es clave para proyectar nuestra idea. Esto nos ayudará a pensar qué tenemos que pueda importar a nuestras audiencias.
EL EJE
Fruto de la concurrencia entre lo que Tenemos y lo que Necesitan, surge el Eje. Esa idea poderosa que nos ayudará transmitir lo que somos, lo que proponemos y por qué nosotros a nuestro público objetivo.
EL TONO
Hay mil formas de contar una misma historia. De forma tranquila, dinámica, positiva, neutra, fresca, aburrida, innovadora, tradicional… ¿Cómo queremos que nos perciban? Más allá del mensaje, pensar en el tono que le vamos a dar es vital. El tono nos ayuda a proyectarnos, no tan solo como somos ahora sino cómo queremos ser en un futuro.
Nos ayuda a construir una forma propietaria de contar nuestra historia.
LA PLATAFORMA
Planificar en que canales, soportes y puntos de contacto en los que vamos a tangibilizar nuestra historia, nos ayuda a conectar de la forma correcta con nuestras audiencias. Porque un mensaje que no llega, es un mensaje que no existe.
Antes de lanzarnos a llevar a nuestros consumidores en un viaje de experiencias, pensemos primero qué necesitamos que piensen de nosotros cuando la vivan, y entenderemos qué necesitamos hacer, decirles y mostrarles para ello.
Una experiencia mal planificada, es una marca mal enfocada, porque ya no será lo que quieras contar, sino lo que tu cliente quiera entender.
En fin, somos lo que significamos.
COMMENTS