Caixa Galicia, Novacaixagalicia, Novagalicia Banco, NCG, Abanca. Un, dos, tres, responda otra vez. Hoy nos encontramos con una noticia que parece más propia de un concurso televisivo, que del mundo del branding.
Por diez minipuntos, nombre de cajas gallegas para una misma entidad.
Si hay algo que necesita una marca para ser marca, es tiempo. Las marcas no nacen, se hacen, y cuando no les ofrecemos la oportunidad de expresarse adecuadamente de forma consistente, no tenemos nada.
Una marca debe estar por encima de sus problemas internos, debe ser capaz de contener una idea, un significado y un valor, constante. Que puede o debe cambiar cuando el rumbo estratégico de una compañía necesita un nuevo significado para seguir compitiendo, pero no debe o puede cambiar cada vez que cambiamos de presidente o de propietario.
Os imagináis cómo se llamaría Milka hoy si en cada cambio de manos la marca hubiera decidido cambiar: Suchard, Kraft, Mondelez…
Pues este es el caso del Pulpo que fue aceptado como Banco. Después de la compra de Novagalicia y Evo por parte de Banesco, el fondo venezolano, y las dudas que existían sobre la continuidad de la marca, quedan despejadas hoy con una nueva notocia.
Finalmente Banesco, formula un rebranding de Novagalicia (NCG) a Abanca. Un nuevo nombre para un nuevo propietario y en principio, esperemos para un nuevo rumbo.
Entendemos que la decisión de hacer desaparecer NCG, como banco territorial, por Abanca, debe deberse a que se habrán formulado nuevos planes para la entidad, en la que quizás pueda verse:
- Un nuevo posicionamiento
- Una nueva propuesta de valor
- Una nueva estrategia territorial más ámplia
- Un acercamiento a la matriz Banesco más internacional
- Un nuevo modelo de banca
- Un nuevo target
Porque de no ser así, estamos una vez más, con un cambio estéril que suma 4 en 3 años. ¿Podrías confiar tu dinero a una entidad que te cambia el nombre 4 veces en 3 años? ¿Es sinónimo de estabilidad?
¿Cuánto dinero en inversiones de creación y activación de marca se han ido en estos 4 años? ¿Podría haberse utilizado para reinventar el concepto de banca?
¿Cómo cliente del banco me explicarán perfectamente el motivo de este cambio? ¿Entenderé hacia dónde se dirige la entidad en la que tengo mis ahorros?
¿Si la mayoría de los clientes son territoriales, gallegos, cómo afecta el cambio de nombre eliminando Galicia? ¿Era una ventaja competitiva frente a otras entidades?
Muchas preguntas sin responder, que seguro Abanca nos aclarará en breve. Sobre todo a aquellos que apostaban por NCG por ser un banco local, con una cultura territorial que ofrecía una ventaja competitiva frente a otros bancos nacionales.
Ya para acabar, no vamos a comentar nada sobre la nueva identidad, más propia de otras décadas, u otros continentes. Algo que encaja perfectamente con el universo visual de Banesco, pero que se aleja de las nuevas entidades más modernas en España.
Oportunidades perdidas, lo mires por donde lo mires.
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