Cuando escuchamos la palabra “pequeño” nos vienen a la cabeza pensamientos como: el pequeño de la clase, el pez grande se come al pequeño, la esencia se guarda en frascos pequeños, no lo quiero pequeño, lo quiero grande etc.… ¿Qué tendrán los pequeños que todo les cuesta más?
Si eres pequeño te tienes que hacer un hueco para que te vean, tienes que empujar, saltar, gritar, hacer un esfuerzo mayor. Lo mismo sucede con las marcas, productos o servicios que son pequeños, el esfuerzo es mayor, pero el riesgo es menor.
Cuando las grandes marcas cometen un fallo, este se convierte en un fracaso rotundo, mientras que para los pequeños un fallo no deja de ser una simple anécdota. Ventajas sobre desventajas, los pequeños se pueden permitir la inocencia de experimentar sin límites.
El Brand Experience no sólo está al alcance de las Multinacionales, no requiere grandes recursos, si no grandes ideas. Es la estrategia perfecta para negocios pequeños, que quieren lanzarse al mercado o revitalizarse.
Las experiencias son sucesos únicos que se producen como respuesta a un estímulo, nacen de la observación directa o participación en un suceso, no se autogeneran si no que son inducidas. A través del Branding Experiencial conseguimos llegar a cada cliente de manera individual, única y memorable. El contacto y la interacción generan fuertes sentimientos que son recordados a pesar del paso del tiempo.
Pongamos un ejemplo, una nueva cafetería de barrio, que tiene que competir con todas las que están a su alrededor, algunas de ellas de toda la vida con su clientela fiel.
Lo primero que tenemos que hacer es analizar nuestro negocio, cuáles son sus ventajas, sus fuerzas, lo que al fin y al cabo nos diferencia del resto. A partir de aquí trabajaremos eligiendo uno o varios tipos de experiencias como Módulos Experienciales Estratégicos (MEE) al fin y al cabo las experiencias corresponden a una visión modular de la mente.
Existen 5 tipos de Experiencias holísticas: Sensaciones, Sentimientos, Pensamientos, Actuaciones y Relaciones.
Para este tipo de negocio las Experiencias de Sensaciones son las más adecuadas. Pueden atraer a los clientes porque se desarrollan de manera inusual y especial. La cuestión clave es estimular sin sobrecargar, pero sin quedarse cortos en el estímulo. Volvemos al concepto de pequeño pero grande, menos es más. Las sensaciones pueden también proporcionar valor.
En resumen hay tres objetivos estratégicos en el Brand Experience de Sensaciones: diferenciar, motivar y proporcionar valor. Para el proceso, es decir cómo crear el estimulo, hay que tener en cuenta tres aspectos:
1. Por modalidades: Elegir cuál es la mejor manera de combinar lo visual, lo auditivo, lo olfativo y lo táctil.
2. Por ExPros (Proveedores de Experiencias) Son herramientas tácticas para crear Experiencias, incluyen comunicaciones, identidad visual y verbal, presencia de producto y entornos espaciales.
3. Espacio y tiempo. Es lo que se conoce como coherencia cognoscitiva. Comprender la experiencia. Si esta no se recuerda ni se entiende, no puede afectar ni modificar una conducta.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos ya podemos cocinar una experiencia para nuestra pequeña y nueva cafetería de barrio.
El objetivo de las Experiencias basadas en las sensaciones es apelar a los cinco sentidos y de este modo proporcionar placer, confort y evasión. Si se gestiona correctamente crea fuertes vínculos y una clara diferenciación.
No olvidemos que la esencia se guarda en frascos pequeños…
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