Tan importante es la creación de una Marca, como su activación posterior. De hecho de nada sirve tener los mejores ingredientes para un pastel, si no sabes cocinarlo.
Nos esforzamos en posicionar una marca sobre el papel, en planificar sus próximos pasos, en plantear qué debe hacer y cómo hacerlo, pero a veces se nos olvida que alguien debe traducir todo esto en algo tangible.
El diseño. La creación. La conceptualización, la parte en la que aparece la magia y todo cobra sentido. Esa fase en la que somos capaces de transformar una idea, una sensación en algo real.
Es quizás el paso más complejo en la creación de una Marca, transformar una plataforma de Marca en un diseño.
Hay que hay varios factores que nos llevan al éxito:
El primero y más evidente, la capacidad estratégica del equipo creativo para interpretar la plataforma de Marca y proyectar su esencia a través de gestos, signos, colores, tipografías, sistemas, copys, etc..
La segunda, la capacidad creativa del equipo estratégico de saber proyectar y declinar los valores y propuesta de valor de la marca en mundos de inspiración que ayuden a conceptualizar.
Es un trabajo de doble sentido, en el que ambos engranajes de la rueda deben tener cualidades del otro. Sino, es muy probable que sea difícil materializar todo el pensamiento estratégico en magia creativa.
Para ello, es necesario construir un Briefing Creativo, una traducción expresiva de nuestra Plataforma de Marca.
Hay mil formas de hacerlo. Desde un simple Word en el que explicamos qué queremos transmitir y qué significan nuestros valores y personalidad en un mundo visual y verbal, o apoyarnos en herramientas como la que os vamos a explicar.
ROSETTA: Cuadro de la Transformación
La llamamos Rosetta, igual que la piedra que permitió descifrar los jeroglíficos, porque nos permite transformar un pensamiento estratégico en uno creativo, y nos obliga a pensar de qué forma vamos a activar toda nuestra Plataforma de Marca.
La Rosetta es muy sencilla. Se construye con nuestra Propuesta de Valor y nuestros 4 Valores Principales, que son los que queremos expresar visualmente.
Cada Valor, debe poder explicarse con 2 actitudes que lo expresen, para poder marcar el contexto del mismo e ilustrar un Mundo de Inspiración sobre el que construir.
Cada Actitud, debe poder dar pié a un Comportamiento concreto, que para nuestra Marca dividiremos en Comportamiento Visual (qué transmitimos gráficamente), Comportamiento Verbal (qué tono le damos), y Comportamiento Actitudinal (qué transmitimos en nuestro entorno).
En este caso, para la transformación creativa nos centraremos en el Comportamiento Visual.
Debemos traducir cada una de las Actitudes en mundos de inspiración para encontrar el cromatismo, la tipografía, los gestos, los signos, el trazo y el tono adecuados que nos puedan proyectar.
Una labor que debería poner en común la estrategia y el diseño, una tabla de traducción que se convierte en una herramienta de trabajo para garantizar la activación correcta de la Marca y la consistencia en el tiempo.
Sea como sea, tiene que haber una labor previa entre la definición de la estrategia y el momento de creación, en el que se trabaje en equipo para crear las bases de nuestra transformación.
En fin, sumar es compartir.
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