Pues sí. Si alguien lo busca y no lo encuentra, o alguien lo llama y no viene, que no se preocupe. No se ha perdido, sólo que ya no existe. Ha muerto.
Hablamos del target.
Ese personaje ficticio que es un prototipo de la suma de características que creemos que tiene nuestro futuro consumidor.
A quién nos dirigimos, le hablamos, o a quién le ofrecemos nuestros productos. Alguien que hasta hoy era esencial para nuestra Marca, y para los procesos de construcción y gestión de la misma.
Saber a quién nos dirigimos, era y es clave para modular nuestra identidad, propuesta de valor y comportamientos.
¿Cómo hablamos? ¿Qué le decimos? ¿Qué le transmitimos? ¿Dónde estamos presente? Etc..
De hecho el Target nos da la información más valiosa de todas, para una Marca, el ‘Insight’, que es la suma de motivaciones, deseos y necesidades con las que tenemos que conectar.
Pero, desde que el mundo se ha fusionado en canales, medios y plataformas, el target se ha diluido en la inmensidad del todo. ¿Quién sabe quien hay realmente detrás de un Nick name? ¿O quién puede definir por edades nuestros intereses si hoy tenemos acceso a todo tipo de contenidos de forma selectiva?
Hoy cada vez más, desde el Branding, y desde la construcción de una Marca, no necesitamos Targets, sino Actitudes. Por eso, hoy, nos referimos a él, como Perfil Actitudinal.
EL TARGET HA MUERTO. EL PERFIL ACTITUDINAL
Hoy, mis padres, tienen twitter, usan whatsapp, comparten cosas en Facebook, hacen la compra por internet y se entretienen con la Nintendo DS.
Si a esta frase, le quitamos ‘mis padres’. Nos imaginamos una persona de 15-35 años, urbana, social y conectada. Pero la realidad es que en este caso son personas de +56 años, caseros, tradicionales y poco urbanos.
El target, en su uso más clásico, ha dejado de funcionar. Ya no nos comportamos por segmentos de edad, ni por estatus social, ni como un perfil sociodemográfico concreto.
Hoy somos capaces de interactuar con diferentes generaciones a la vez, acceder a diferentes contenidos de forma plural, tenemos acceso a casi todo independientemente de la clase social, y buscamos nuevas experiencias estemos en la edad que estemos.
Esto hace que los perfiles sociodemográficos típicos se hayan transformado en algo mayor, en un conjunto de inquietudes, comportamientos y actitudes comunes de parte de la sociedad que reaccionan a los mismos estímulos.
Hoy Nike no vende sus zapatillas a jóvenes de 20-35 años, sino a personas que sientan la necesidad de superarse y estar en forma.
Este nuevo enfoque, el centrarse en la Actitud de las Personas frente a la vida, a una categoría o a un producto, hace que las Marcas puedan disponer de una flexibilidad que antes no tenían, pero les plantea el eterno problema de la falta de foco.
‘Alguien que vive buscando la simplicidad’ es un mejor target que ‘mujeres sin pareja de 20-40 años, clase media-media, con estudios universitarios’.
Este tipo de Perfil Actitudinal, nos permite construir propuestas de valor mucho más directas, ya que el Target y el Insight (su motivación) están más próximos y por lo tanto son más fáciles de relacionar.
Para poder identificar un Perfil Actitudinal, deberíamos preguntarnos varias cosas:
CREENCIAS
Aquello que defiende, expresa, comparte y forma parte de su filosofía de vida.
MOTIVACIONES
Lo que le mueve en sus procesos de elección, aquellos factores que despiertan su interés y preferencia.
COMUNIDAD
Con quién comparte sus inquietudes, en que grupo o grupos se involucra y de qué forma.
Esta claro que todavía nos preguntaremos si nos dirigimos a un adolescente o a un adulto, pero no valdrá de nada si el adulto es capaz de sentirse adolescente.
Las Actitudes han hecho que el Running sea hoy un deporte plural y universal, que quienes más consuman Videojuegos sean adultos, o que la necesidad de estar conectados no sea algo de la edad.
En fin, mejor saber qué te mueve, que quién eres.
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