El pasado lunes (17/02/2014) asistíamos a un movimiento más que curioso por parte de una de las marcas más grandes de nuestro país, el BBVA. Y es que según podíamos leer en Reason Why "El BBVA vinculará el salario de los empleados a la reputación corporativa".
Lo reconozco, fue leer el titular y lanzarme a por la noticia completa al momento, me asaltaban miles de dudas: ¿cómo van a medir la reputación?, una vez medida ¿de qué parte van a responsabilizar a sus empleados?, ¿qué parte del salario vincularán a estos resultados?.
Por desgracia el artículo no resolvía demasiado mis dudas, simplemente hablan de la constitución de un comité de negocio responsable integrado por el presidente, el consejero delegado, e integrantes de los departamentos de recursos humanos; jurídico, cumplimiento y auditoría, y comunicación, reputación y responsabilidad corporativa.
Con estos pocos datos no podemos analizar en profundidad la idoneidad de esta medida, por lo que simplemente plantearemos dos reflexiones de forma superficial:
1. En primer lugar: vincular una parte variable del salario de un empleado a la reputación corporativa resulta a primera vista injusto, si bien es cierto que la reputación corporativa depende en parte de la interacción de la marca con su público a través de sus empleados hay un sin fin de variables fuera del control del empleado, ¿tendrán en cuenta los motivos por los que se vea afectada su reputación corporativa o simplemente medirán un valor y aplicarán una fórmula al salario?.
2. En segundo lugar: bajo mi punto de vista existe un error de base, y es pensar que una medida de compensación de premio-castigo, valdrá para "reconquistar la confianza y la reputación desde dentro". Hay infinidad de estudios psicológicos que demuestran que una compensación por premio no genera un vínculo emocional, por supuesto que genera un cambio de comportamiento (todo el mundo prefiere ser premiado a castigado), pero no provoca un cambio actitudinal en la persona, tan solo algo superficial. Hacer esto lo único que consigue es que los empleados tengan una disculpa para comportarse como la marca quiere, pero no provoca que se crean lo que hacen, que debería ser el objetivo real.
No deja de ser una iniciativa interesante, y una prueba de que al menos le están dando la importancia que tiene a la reputación corporativa y están intentando hacer cosas por mejorarla, pero quizás la forma no sea la mejor, el tiempo lo dirá.
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