Sabemos que las marcas son algo más que un logotipo, son un conjunto de intangibles que recogen una propuesta de valor que conecta con sus públicos de interés a través de diferentes puntos de contacto.
Los mecanismos por los cuales llegamos a transmitir la marca a esos puntos de contacto son infinitos. Desde el universo visual de la misma, hasta el tono de voz que empleamos.
Una de esas herramientas es lo que conocemos como 'imaginario de marca', una serie de asociaciones visuales que nos ayudan a conformar la identidad de la misma, creando estímulos asociativos entre imagen y valores de marca.
Seguramente si pensamos en Ferrari, nos llegará la Fórmula 1, velocidad, rojo, exclusividad, etc.. y todo esto lo vemos en imágenes mentales en nuestro subconsciente. La marca ha sido capaz de crear su imaginario de marca y transmitirlo en todos sus puntos de contacto.
A esta herramienta, la llamamos BrandScape.
El paralelismo con el Landscape es evidente, al fin y al cabo es la conceptualización representativa de las características más notorias de una marca. Al igual que el landscape lo hace de una ciudad o paisaje.
Vamos a ver algo más del BrandScape.
BRANDSCAPE, Imaginarios de Marca
Siempre se ha dicho que una imagen vale más que mil palabras, pues en este caso se coge esta máxima para construir una de las herramientas de branding más potentes, que juega con varias disciplinas, ya vistas en el blog, el Branding Asociativo y los Mundos de Inspiración.
El Branding Asociativo consiste en vincular la marca a conceptos que refuercen el posicionamiento o la propuesta de valor de la misma. Ej: Estrella Damm, Mediterraneo. Heineken, Pasiones. Coca-Cola, Felicidad.
Si buscamos entre los diferentes puntos de contacto de estas marcas, siempre encontraremos un patrón que identifica la imagen con una asociación concreta, de forma constante y coherente.
Por otro lado, el Branding Asociativo, tiene una base sólida en los Mundos de Inspiración. Que son la construcción de universos conceptuales en los que apoyaremos la marca. Ej: Eristoff, la noche de siberia. Ferrari, la competición. Apple, el diseño..
Estos mundos de inspiración ayudan a crear asociaciones entre imágenes y conceptos para dar lugar al Branding Asociativo.
Todo esto, ayuda a construir un mapa visual-conceptual de la marca, que nos da una visión instantánea de su personalidad y propuesta de valor, sintetizada en una única imagen que la llamamos BrandScape.
Marlboro, utiliza su vaquero en las montañas del Oeste para transmitir su propuesta de personalidad dura, inconformista, exclusiva y auténtica.
BMW, utiliza las imágenes de espacios abiertos desde dentro de un coche, para transmitir el placer de la conducción gracias a la calidad de sus vehículos.
IKEA, nos habla de hogar en su BrandScape para transmitir su posicionamiento de soluciones universales.
Old Spice, nos muestra la montaña nevada para generar asociaciones con la frescura y la naturalidad.
Y así, podríamos listar todas aquellas marcas que al nombrarlas nos provocan una reacción inconsciente de sensaciones, que provocan imaginarios visuales.
Al final, las marcas no pueden comunicar toda la información necesaria en una sola vez, sobre lo qué son, lo qué nos propone y sobre cómo lo hacen. Por ello los BrandScape ayudan a sintetizar el imaginario de marca y sus asociaciones principales, para facilitar el aprendizaje.
En fin, quien tiene una imagen, tiene más de mil palabras.
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