No fué hasta 1905 cuando se simplificó el nombre y se le dotó de la identidad actual 'INDIO', en referencia al antepasado Maya de la región.
Hoy, un siglo después, y de la mano de la agencia londinese Bulletproof, nos llega este renacer de un icono.
Como si de un proceso arqueológico se tratase, se ha dado viva a un icono enterrado, muerto y obsoleto, creando una nueva personalidad para esta tradicional cerveza mexicana.
Un buen ejercicio de branding, donde se cuenta una historia que llega con fuerza al consumidor a través de un arquetipo que refleja la historia entera de un país.
De lo que pudiera ser un símbolo histórico plasmado en una botella, se transforma en un elemento de poder, de orgullo, de emoción y fuerza.
Se rediseña y se repersonaliza el 'Indio', para dotarle de más vigor, dinamismo, presencia y personalidad.
Se completa este posicionamiento 'nacional' con un descriptivo de packaging 'Hecho en México. La cosa es buscarle. 1905'.
Es algo muy parecido a lo que ha trabajado Cacique con su marca, transfiriendo una historia, un misticismo y unos valores a un icono muy parecido. (El indio de Cacique. 'La historia está ahí fuera.')
La creación de un universo de marca propio a través de un verde oscuro que acompaña a la marca y sus expresiones en cualquier material, acaban de conferirle la personalidad y diferenciación absoluta.
En fin, como siempre decimos, las marcas deben contar una historia, emocionar y conectar.
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