En los últimos años, el entorno económico ha propiciado adquisiciones empresariales, fusiones, ventas y escisiones de compañías. Pero pocas veces hemos visto ejercicios de fusión de branding.
Este es el caso de Merck-Millipore, un gigante en el suministro de material químico para empresas y laboratorios.
Merck la compañía farmacéutica alemana, decidió comprar a la americana Millipore, una compañía líder en el suministro de material para laboratorio, proporcionando así una oferta completa e integrada. Sería como pasar a distribuir 'software y hardware', un conjunto de soluciones.
Esto abría las puertas nuevos mercados, ofreciendo una solución global y creando una posición competitiva más fuerte.
Por lo que, en cuanto a branding se refiere, ninguno de los modelos de arquitectura de marcas existentes era válido para crear un nuevo 'todo' que ofreciera solidez, confianza y globalidad.
Las opciones de mantener las dos marcas presentes era necesario para seguir siendo relevantes en sus respectivos mercados y abrir nuevas puertas.
Por ello, se decidió fusionar ambas marcas, manteniendo sus respectivas identidades de una manera brillante:
Se utiliza el elemento común para construir la imagen principal, la 'M', y se utilizan los recursos de líneas de Merck para completar la identidad, transformando las dos marcas en una sola.
Un ejercicio inteligente y creativo, que sin duda ayuda a mantener las herencias y crear nuevas oportunidades.
La nueva marca ayuda a crear un espíritu de equipo entre los trabajadores de ambas compañías, ya que se mantienen ambas identidades y se evita el concepto 'compra y comprado', que siempre hace tanto daño en las fusiones.
Se podría haber apostado por ejercicios de 'Merge', 'Restyling', 'Refined', etc.. pero sin duda, nada más acertado que una Nueva Marca.
En fin, no siempre lo Nuevo es nuevo. Construir con tu herencia ayuda a mantener tu camino.