¿Has visto al lindo gatito?
Pues ya de lindo no tiene nada. Jaguar, la marca de lujo de coches utilitarios con más de 75 años de historia, ha renovado su imagen corporativa para afrontar sus nuevos retos.
Fundada en 1922, Jaguar ha permanecido prácticamente inmutable a lo largo de los años. Adquiriendo su inolvidable mascota que le da el nombre a la marca como icono en 1935.
Hoy, 75 años después el outline de Jaguar se transforma agresivamente en un volumétrico y áspero icono.
Se dejan de lado las sutilezas y se apuesta por transmitir la fuerza, masculinidad, tecnología e innovación. Acorde a su nueva estrategia de marca basada en su nuevo tagline 'How alive are you?', que intenta ensalzar la grandeza de la tecnología del Jaguar que va más allá de una simple máquina.
Cualquier forma femenina, suave o sutil de la antigua marca, quedan borradas para siempre. Incluso el cambio de tipografía busca masculinizar la marca, pasando a una tipo más bold y menos suave.
La nueva identidad de marca y la nueva estrategia, es obra de Spark44, una agencia de publicidad perteneciente al grupo Land Rover. Así que todo queda en casa.
Siempre hemos dicho que está bien alinear la identidad con la estrategia de marca, independientemente de si es la adecuada o no, lo importante es mantener la coherencia entre lo que dices y lo que eres.
Lo extraño de este ejercicio es la pérdida de la oportunidad de simplificar el imaginario de Jaguar, que actualmente causa confusión.
Desde sus orígenes, Jaguar ha mantenido dos tipos de marca. La corporativa y más emblemática, y la de producto, mucho más plana y que desde hace más de una década abandera los frontales de sus coches. Esta insignia también ha sido rediseñada bajo el mismo patrón: dureza, agresividad, innovación y tecnología.
Líneas rectas, angulosas y duras, son el nuevo sello de este nuevo Jaguar. Que ahora juega con dos marca diferentes en el coche.
Lo ideal para las marcas es construir un icono fuerte y reconocible, y eso se consigue apostando por una de las dos marcas. La dispersión de esfuerzos y la confusión frente al consumidor es una de las peores cosas que le puede pasar a una marca.
Una oportunidad perdida.