En 1896, Sigmund Freud, introdujo el psicoanálisis y con ello, pudimos descubrir la forma de razonar del ser humano, sus miedos y deseos, una nueva manera de describir lo que somos más allá de lo que hacemos.
Parte de este proceso es muy importante para la construcción de significados de marca, y para entender cómo debemos construir un contexto adecuado para nuestros objetivos.
Cualquier constructor de marcas que se precie, sabrá que al construir una marca hay que tener en cuenta el entorno cultural en el que nos encontramos, de ahí que las técnicas de generación de contenidos para una marca que vaya a usarse en occidente, pueden no servir en oriente.
Las diferentes culturas tienen distintos procesos de asociación de ideas y conceptos, y eso es vital cuando creas un contenido de marca.
Aquí, os vamos a mostrar un par de ejemplos sobre las diferencias asociativas de occidente y oriente:
En el estudio llevado a cabo por la universidad de Oxford, se preguntó a un grupo de estudiantes occidentales que dijesen que elemento de estos tres,sobraba en la foto.
La respuesta occidental fue que sobraban los plátanos, ya que el mono y el oso Panda eran animales y ambos mamíferos, por lo que compartían características comunes.
En cambio, el grupo de estudiantes orientales, dijo que sobraba el oso Panda, porque los monos comían plátanos y el panda no, por lo que había una relación directa entre dos elementos.
La conclusión fue que los occidentales tendemos a simplificar, ordenar y clasificar los objetos, para darles un sentido respecto a un referente, estandarizamos para entender nuestro mundo, como si tuviéramos cajones mentales donde guardamos y clasificamos lo que vemos por grupos.
Mientras que los orientales tienden a asociar los objetos por sus relaciones que pueden tener entre sí. Así su mundo esta mentalmente interconectado, dando significados cruzados a los objetos en su entorno, una forma más compleja y global de entender el mundo.
Esto sin duda marcará la forma de la construcción de un significado de marca, su expresión y su universo visual.
Lo mismo sucede con hombres y mujeres, niños y adultos, clase alta y clase baja, etc.. cada público objetivo tiene su propia forma de construir relaciones y de simplificar o no la información que recibe, así como la forma de ordenarla y almacenarla.
Por ello, las marcas deben tener en cuenta estos procesos de construcción de significados y crear estos 'cajones' de didáctica para el consumidor.
El branding no es algo universal, es la decodificación de múltiples significados asociados a un entorno, a la cultura y al individuo que lo interpreta. Así que. contar con especialistas en el campo, es vital para construir con un significado correcto.
En fin, conocer a los demás es el primer paso para que te conozcan.
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