La Masía, una marca de aceites que lleva con nosotros más de 50 años, nos ofrece uno de los ejemplos de mala gestión de imaginarios de marca.
Las marcas se esfuerzan con dotar de contenido y significados su identidad, para posicionarse en la mente del consumidor.
Esto lo consiguen mediante elementos de comunicación, story telling, la propia identidad y obviamente, la percepción del producto.
Es muy difícil generar asociaciones literales a una marca, y mucho más es contar con un naming que lo haga por si mismo. Este es el caso de La Masia, el propio naming te lleva a un imaginario de tradición, artesanía, rural, buen hacer, sabor, etc.. Gran nombre para un producto tan natural como el aceite, y a la vez tan mediterráneo. Muy parecido a Casa Tarradellas, otra marca que cuenta con un gran imaginario.
Bueno, pues La Masia ha considerado que este imaginario no es el apropiado para su marca y se ha empeñado en Urbanizarla!!
1. En los elementos de comunicación, como la web o incluso en el propio packaging, aparece la masia como un elemento más dentro de una comunidad de vecinos urbanizada, con antena móvil incluida. Un desastre!!!
Una sola imagen, se carga de repente, todo un imaginario, que un simple naming puede crear en la mente del consumidor.
2. En 2008, decidieron aportar otra innovación al branding, ya no conformes con la nueva técnica de 'desimaginar', introdujeron en sus packs momentos de consumo, con estilo fotográfico. Una imagen única para una categoría basada en el ingrediente y la naturalidad, lo rural y la tierra. Pero ellos se empeñaron en mostrar una imagen más moderna, urbana, cotidiana y a la vez personal... Fracaso.
Han tenido que volver a los códigos de la categoría, que son los drivers de consumo, sustituyendo las fotografías de consumo, por imágenes de naturalidad.
3. Y por último, otra brillante forma de matar una marca, es llevar a tu producto a lo más bajo de la escalera de valor. En este caso, su posicionamiento, web 'Aquí si hay quien fría.', deja el producto a la altura de la freidora... cuando las marcas de aceites construyen su valor sobre los productos más premium y seleccionados, para usos de aderezo y crudo. Una categoría que se esfuerza en construir el imaginario de 'ORO LIQUIDO', y tu producto lo posicionas en lo más bajo de la escalera de valor.
Haciendo esto, sólo consigues dos cosas: Una pobre percepción de tu marca y la puerta abierta a la marca blanca. Porque para competir en la escalera de valor más baja, sólo se compite en precio y las MDD no tienen rival aquí.
Así que, un poco de branding, para una marca que lo vale y puede.
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