Esta es la breve historia de una marca convertida en un icono mundial gracias a una sola cosa.. la idea de seguir adelante.
Detrás de las grandes marcas, encontramos grandes historias, que fundamentan la esencia de la misma, la dotan de espíritu y contenido, creando sobre una realidad, un imaginario inimitable. Más que una idea, una convicción, una fé... la historia de una marca:
Johnnie Walker.
Johnk Walker, granjero que murió en 1819 dejó a su hijo Johnnie en herencia su preciada granja. Con tan solo 14 años, decidió que su futuro estaría fuera de los campos, las minas o el ejército.
Vendió la granja de su padre y compró una pequeña tienda de comestibles, en la puerta de la tienda colgó orgulloso el nombre de 'John Walker', aunque se le conocía cariñosamente como 'Johnnie'.
En el pequeño colmado, Johnnie vendía whisky, un whisky de poca calidad, como el del resto de tiendas del pueblo. Ese producto no le daba mucho beneficio, además de que no lo diferenciaba de su competencia, y la verdad era un producto muy demandado, los frios inviernos, y los duros trabajos de la época, hacían que fuera necesario contar con un producto de esas características.
Johnnie decidió mezclar varios tipos de malta para encontrar un producto de calidad, que lo hiciera inimitable frente a sus competidores. Y lo consiguió, Johnnie creó uno de los mejores whiskies de la región, haciendo de aquella iniciativa un negocio muy rentable para su pequeña tienda.
Así emprendió su camino Johnnie Walker, una idea sobre la calidad y sobre ser único, que formó parte de la marca desde sus inicios.
La familia empezó a crecer con sus hijos Robert y Alexander, The Walkers, nietos de John e hijos de Johnnie, ayudaron a su padre a hacer crecer su iniciativa, bajos los mismos valores.
Compraron mediante una operación ostil la gran destileria Cardhu, para poder aportar a su producto una mayor suavidad y calidad, evitando a la vez que sus competidores se hicieran con ella. Gran movimiento, que acabó otorgándoles varios premios internacionales a la calidad del producto en ferias y muestras.
Pero cómo hacer que el mundo entero conociera su extraordinario wishky... la familia convenció a los capitanes de barco de Glasgow que transportasen sus barricas y las depositaran en los puertos de todo el mundo, crearon una de las primeras redes comerciales de la historia.
Ahí nació el icono, en 1860 Johnnie Walker creó la botella cuadrada, toda una innovación que tenía como funcionalidad aumentar la capacidad de almacenaje en los barcos y reducir el número de botellas rotas.
La etiqueta, dispuesta en diagonal, excatamente con una inclinación de 24º, permitía escribir el nombre de la marca más grande, lo que le otorgaba una singularidad única.
En conjunto se creó un ICONO.
Ya en el siglo XX, en 1909, el mejor ilustrador de la época, durante una comida de trabajo, convirtió el viejo tendero victoriano, en un moderno dandy, elegante y aristócrata.
Ese icono acabó de dotar a la marca del significado que tiene hoy, el compromiso de seguir avanzando y caminando para conseguir lo mejor, caminado para ser los únicos.
En 1920, ya se consumía la marca en más de 120 países. El rey George V le otorgó la medalla real.
Durante el siglo XXI, se convirtió en uno de los iconos internacionales de progreso, utilizado por oradores y manifestantes, como motor de la democrácia 'KEEP WALKING'.
200 años más tarde... sigue caminando.
Una idea, una pasión, un compromiso... una marca, un icono, una actitud.
KEEP WALKING
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